Desconcierto y placer

Formas de habitar es el libro más reciente de Nicolás Cabral, editado por Sexto Piso, en el que propone otros estilos de narración, alejados del rigor académico, la tradición, el conservadurismo y los estereotipos. Rogelio Pineda nos habla de los siete ensayos críticos que reúne en esta obra el autor, para relacionarloscon la ficción, la filosofía, la antropología y otros campos de pensamiento

Nicolás Cabral, autor de Formas de habitar. Fuente: X / Editorial Sexto Piso

A

El trabajo del crítico literario consiste en valorar la obra de aquellos autores que sustenten su visión del arte y, si se quiere, del mundo. Y la de Nicolás Cabral (Córdoba, Argentina, 1975) en Formas de habitar. Ensayos críticos (Sexto Piso, 2023) se basa en dos cuestionamientos: al capital, como dueño de la narrativa contemporánea, y al poder, que arbitra la realidad plasmada en la imprenta. “Contra ambos lucha la literatura”, pareciera concluir el también editor de La Tempestad, revista de artes mexicana que recién cumplió veinticinco años de vida.

B

Formas de habitar está conformado por una introducción o “Pórtico” y por siete ensayos con una bibliografía o “Biblioteca” al final de cada uno de ellos.

Se titulan: 1) “La comunicación interrumpida”, es decir, formas narrativas sui géneris que escapan a la demanda comunicativa. 2) “Figuras de lo humano”, relatos que abordan el cuerpo como último refugio de la libertad. 3) “El malestar en el futuro”, novelas distópicas que advierten sobre el oscuro porvenir que ofrece una sociedad alienante. 4) “Fuera de quicio”, disección de obras que confrontan el tiempo sagrado con el profano. 5) “Formas de habitar”, análisis de autores que retratan la crisis entre lo humano y su entorno, en la era moderna. 6) “Lo real y sus pliegues”, cómo se construye la realidad a partir de la literatura; y 7) “Prosa y disenso”, elaboración de lo político dentro de la narrativa.

“Compuestos mediante el procedimiento del montaje, con fragmentos que operan como teselas en un mosaico”, asegura Cabral, “estos ensayos-constelación tejen vínculos entre obras narrativas y teoría contemporánea para investigar algunas problemáticas de nuestra época” (p.18).

C

Las novelas y los relatos analizados rehúyen los géneros, las estructuras narrativas convencionales o algunos son intraducibles a otros idiomas. De esta manera, más de uno resulta enigmático o si se desea, hermético. Conforman un canon del disenso, “un desacuerdo en el campo sensible” (p. 225), pues “crean superficies que producen fricción: inquietud y roce, desconcierto y placer” (p. 18).

Es más, varios podrían considerarse disidentes, debido a que padecieron la censura soviética o la franquista. Por ejemplo: Picnic extraterrestre de los hermanos Strugatski o La ruta de Flandes de Claude Simon.

Ahora bien, Formas de habitar no permite conclusiones fáciles. El lector tendrá que ir conectando sin ningún tipo de guía la constelación que conforma este universo, para desentrañar aquello que sustenta el crítico, y llevar a cabo sus propias reflexiones. Porque “el arte de narrar consiste en mantener cualquier historia libre de explicaciones” (p. 18).

Dicho universo celebra “las prosas e imaginarios radicales”, pero toma distancia de “las historias bien contadas” —aquellas que sobreexplotan el esquema del lingüista lituano Julien Greimas, que tanto les gusta a los maestros de escritura creativa y guionistas—. Por tal motivo, Formas de habitar tiene un discurso semejante a la libreta de un pensador que consigna las apostillas de sus lecturas conforme avanza en ellas según le dicta el temperamento. Lo cual exige atención de quien se acerque a estas páginas, al tiempo que desafía sus propios conocimientos críticos.

D

Mario Levrero, Mark Danielewski, Georges Perec, William Gibson, J. G. Ballard, Ursula K. Le Guin, Mario Bellatin, W. G. Sebald, Cormac McCarthy, Clarice Lispector, John Banville, Arno Schmidt, Javier Marías… e infinidad de autores más son desmenuzados con una sinapsis de motor de búsqueda por el también autor de la novela Catálogo de formas y los relatos Las moradas (Periférica, 2014, 2017). No obstante, sus apostillas cambian tan rápido de renglón, que suspenden la credibilidad y sólo resta validar ipso facto los argumentos que las respaldan, con la sospecha de que haya puntos ciegos. Así, la terminología oscurece a veces sus juicios:

• “Levrero abstrae al máximo, con rigor beckettiano, la idea de que los espacios son diseñados para el control de los cuerpos” (p. 174).

• “El protagonista lo que busca es un tempo propio, que le permita recuperar el sentido de lugar” (p. 185).

• “Pero los personajes no encuentran la salida de la caverna, lo real es indecidible, sólo vislumbran variantes de lo hiperreal” (p. 221).

¿A qué se refieren las palabras en cursiva? Asimismo, la edición vacila sobre cuándo colocar citas a bando, en ponerles puntos y aparte o sangrar el párrafo después de las mismas.

Sin embargo, estos detalles pueden tolerarse porque Cabral entrega un valioso inventario de voces con su respectivo análisis y desentrañamiento; una mirada necesaria hoy en día, cuando los libros desbordan los anaqueles y urgen pensadores comprometidos, cribas del oro en la paja.

Rogelio Pineda Rojas (Ciudad de México, 1980) es narrador y comunicólogo. Ha publicado narrativa y reseñas de libros en Luvina, Casa del Tiempo, La Tempestad, Letras Libres, entre otros medios. Autor de la novela Permite que tus huesos se curen a la luz (2017). Su página: .