Además de revolucionar la literatura mexicana, José Agustín le prendió fuego al periodismo musical desde 1965, cuando empezó a publicar un artículo de rock a la semana. Ese material fue el combustible de un pequeño gran libro publicado en 1968. Por tercera edición, corregida y aumentada, apareció La nueva música clásica (Grijalbo, 2024), el legendario tomo en el que José Agustín narra a su manera una historia personal de “los ritmos modernos y sus principales exponentes”. Sus dimensiones y alcances son inconmensurables, si consideramos que fue el primer libro sobre rock publicado en México y que ha logrado encender a dos-tres generaciones de compatriotas, quienes caímos atrapados en la contracultura de sus páginas, atraídos por las letras eléctricas del rey del rock escrito.
Tras un estupendo prólogo del maese Alberto Blanco, donde asienta que con este libro José Agustín “colocó al rock en México en otro nivel”, arranca la mítica primera edición: fue publicada en los Cuadernos de la Juventud del Injuve, una veintena de artículos y ensayos breves sobre el rock, el blues, la psicodelia y sus protagonistas en Estados Unidos, Inglaterra y México. Aquí nacen el título y la idea de que el rock alcanza la talla del arte porque puede crear belleza, pero no todo el rock es arte. La Satánica Majestad se encarga de separarlo, como si limpiara los cocos y las varas de la mota: esto se fuma, esto no. Explica con hongos y ácidos el qué, los cuándos, los quiénes y los cómos, con el acento en los clásicos. En el 68 no eran clásicos aún, eran pioneros y exploradores contraculturales, y como anota Blanco: “Sólo José Agustín lo vio y lo dejó escrito con increíble claridad.”
ENSEGUIDA SE ENCHUFA la segunda edición, la de 1985 de la Editorial Universo, el libro que me electrocutó cuando lo leí a los quince años. Es un texto experimental, más amplio, anecdótico y rolaquero, que se mueve con un ritmo propio e innovador y cuenta la historia del rock desde los años cincuenta hasta mediados de los ochenta. Es una fusión veloz, alucinada y muy divertida del ensayo, la autobiografía, el nuevo periodismo, el gonzo y la onda: rock escrito. El tono de esta edición es más irreverente –evita la “seriedad” de la primera versión– y José Agustín abre otras puertas de conocimiento musical, literario y sensorial. El tipo de cosas que te acompañan toda la vida. Aquí refuerza la idea de que el rock es un puente entre la cultura popular y la alta cultura, de eso se trata el título que siempre me ha parecido genial porque une dos mundos en un parpadeo. Así me capturó, como a tantos otros. José Agustín conecta a primera leída para pasar corriente, sus palabras iluminan y vibran.
El cierre de José Agustín Ramírez actualiza y extiende el panorama musical. Además, se incluyen las respectivas discografías de cada edición, las primeras son de José Agustín y la última se hizo colectiva. Cada vez que tengo la oportunidad, propongo que La nueva música clásica sea un libro de texto gratuito en todas las secundarias del país. Un chico pasote para la educación.