(de)generación de cristal

LA CANCIÓN #6

Portada del libro "(de)generación de cristal Foto: Cortesía del autor

La corrección política se filtra en cada aspecto de la sociedad y el individuo. Esta semana vimos los casos del comediante Tony Hinchcliffe, que hizo una “broma” en un mitin de Donald Trump y llamó a Puerto Rico “Isla de basura”, pero su “chiste” ofendió a 5.8 millones de votantes puertorriqueños a unos días de la elección. Thom Yorke, de Radiohead, abandonó el escenario en Australia luego de que un asistente pro palestina lo interrumpiera varias veces, mientras que Roger Waters y Nick Cave discutían los pros y los contras del boicot a Israel. En los tres casos se echó a andar la maquinaria de la corrección en los medios y las redes sociales para poner en marcha la cancelación de unos y otros. De eso se trata el libro de Alejandro Mancilla, (de)generación de cristal (Gato Blanco, 2024).

El problema no es la corrección política que data de los años sesenta, sino cómo se ha distorsionado y expandido a golpe de clic en las redes. Nada ni nadie se salva de sus efectos, juicios y manifestaciones. Aquí lo grave es la autocensura porque ahora se debe tener extremo cuidado de no ofender a ningún ser vivo. Es el fin de la creación, la opinión y el sentido del humor como los conocíamos. Una lectura de alto impacto entre las llamadas generaciones de cristal (Millennials / Centennials) y concreto (Generación X) que no dejan de chocar en los veinticinco ensayos reunidos por Mancilla, en los que analiza la cultura pop y la transformación de la corrección vs. el siglo pasado. Entre Pepito y el meme, uno de los últimos resquicios del humor que nos salvaban porque nos reflejaban de manera anónima. Pero una usuaria en mis redes se quejaba de que los memes ya le parecían más que correctos, moralinos.

UN LIBRO CONSTRUIDO A BASE DE CRÓNICAS, datos, anécdotas, notas, entrevistas y referencias de cine, música, televisión, series, comedia, ideología, religión, caricaturas y subculturas. La corrección se ha llevado más allá, ahora hasta los animales se les transporta en carriola y sus dueños los humanizan llamándolos “perrijos”, “lomitos”, “michis” y “compañeros animales” porque mascota es despectiva, según Jennifer White, presidenta de PETA. Los derechos animales distorsionados. El descalabro generacional no podía ser menor al ser testigos del wokismo y la cultura de la cancelación, esa punta de lanza de la nueva corrección. Nueva porque cambia con los años, se adapta a los tiempos y a las circunstancias: lo que era subversivo y disruptivo, hoy es lo correcto. También es doble moral y selectiva: depende de quién haga / diga y quién se ofenda / juzgue. Quienes opinaron sobre lo mediocre y perdedor que es el Checo Pérez fueron señalados de apátridas. Es imposible desentonar del coro sin ser acusado de algo.

Encima está la urgencia de reescribir la historia. El 3 de junio de 2018, la Organización de las Naciones Unidas declaró el Día Mundial de la Bicicleta, borrando la fecha creada el 19 de abril de 1985 por Thomas B. Roberts, inspirado en el primer viaje de LSD que Albert Hofmann hizo en bici. La ÑOÑU acabó con el conflicto activista y finalmente celebraron el “Día de la Bicicleta sin droga”. Leer para creer.