Bellakath en el Mexcla

LA CANCIÓN #6

La cantante mexicana de Reggaetón, Bellakath.
La cantante mexicana de Reggaetón, Bellakath. Foto: Cortesía del autor

No me lo van a creer, pero el dos de noviembre fu invitado a un VIP del Mexcla, el festival de Spotify con los artistas más escuchados de música urbana, banda, reguetón, corridos y anexas, en el que la gran estrella era Bellakath, la Gata de la Agrícola Oriental y autonombrada Reina del Reguetón Mexa. Me sacrifiqué por esta columna y fui de curioso / morboso. Y también fui objeto de burlas, excomulgado por no asistir al Hipnosis. Compa, a perreo regalado no se le ve el diente.

Creí que sería un tugurio chakaloso, iba a dejar el celular y la cartera, tampoco llevaría sustancias, seguro me rolaban la mona de guayaba. Nada más alejado de mi realidad alterada, el Parque Bicentenario parecía una feria de pueblo con mucho neón, ambiente familiar y las mejores activaciones que haya visto en festivales. Íbamos patrocinados por una marca. Quién lo iba a decir, tantos años en agencias de publicidad para que al final me devolvieran las noches sin dormir en forma de conciertos. Entramos cuando terminaba Rich Mafia: Alemán y Gera MX. Enseguida escuchamos a Kevin Kaarl, una especie de Juan Cirerol bañado y sobrio que cantaba baladas norteñas pop. Liz y yo sentimos el madrazo generacional cuando notamos que la gente no aplaudía. Y no aplaudía porque el Kevin les pidió que sacaran el celular para iluminar y grabar. Mientras otros artistas y marcas hacen campaña para que la gente lo guarde, acá era al revés. Después apareció Remmy Valenzuela, El Príncipe del Acordeón, y una mezcla de banda, corrido y pop. Lo mejor del festival.

POR FIN LE TOCABA TURNO a Bellakath, a ver si era cierto que es la mujer más escuchada de México. Apenas en 2020 inició su carrera musical en TikTok y ya es la campeona del Spotify, su éxito “Reggaetón Champagne” pasó los 240 millones de reproducciones y por eso es la estrella aquí. Apareció de trajecito negro con mallas, botas y el cabello rojo, exageradamente sabrosa, acompañada de un grupo de bailarines y una ¿diyei? No me atrevo a decir que cantó, pero sí bailó sus éxitos: “Lluvia de Micheladas”, “Gatita” –el objeto de la demanda por plagio en 2023–, “Tapita” y el de la Champagne que todos esperábamos para escucharla cantar letra por letra: “Y mientras el beat suena / te recito un poema / qué bonitos ojos tienes / quiero chuparte el pene”. Pero qué creen, que a la hora de los vergazos se freseó la morra y cambió la letra porque había familias y seguramente los patrocinadores la obligaron. Sin embargo, el público siempre fiel que pululaba disfrazado de Bellakath sí cantó el poema.

Será la reina chakalosa, pero se autocensuró. Me pareció un fraude en vivo. Toda la música era grabada, las proyecciones estaban bien chundas y ella medio “cantaba” entre sus bailarines del barrio. Como Rosalía, pero en vulgarcita. El jamón no es talento, estar duro y dale con que saquen el celular tampoco es comunicación con el respetable. Al final del show empezó a llover recio y huimos. Asistimos a una versión urbana y regional descafeinada para la gran familia mexicana. Nos perdimos al Grupo Marca Registrada y a La Adictiva. Ya será para la próxima.

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