Los museos en 2024

AL MARGEN

Foto del Museo Franz Mayer Foto: Cortesía del autora

Se aproxima vertiginosamente el cierre del 2024, momento en el que echamos una mirada retrospectiva a lo que fue el año, los logros y tropiezos, e intentamos vislumbrar lo que podría traer el siguiente ciclo. En el ámbito del arte y los museos, hacer un balance del 2024 nos ayuda también a entender mejor las tendencias sociales de nuestro tiempo y las que se anticipan en el provenir. Este año encontramos, sobre todo, dos tendencias: la reivindicación de artistas mujeres, a menudo ubicadas en los márgenes de las grandes narrativas de la historia del arte, y la puesta en valor de la cultura popular.

La perspectiva de género no llegó este año a los museos, ha sido parte de un proceso de mayor aliento, sin embargo en 2024 pareciera que rindió frutos a una escala poco vista con anterioridad, con los principales recintos del país abriendo espacio para retrospectivas y reflexiones sobre la producción artística en femenino.

Fueron notables casos como la recuperación de las figuras de Aurora Reyes y Rosario Cabrera en el Museo Nacional de San Carlos, artistas bastante oscurecidas en relación a sus contemporáneos, así como la gran retrospectiva de Ángela Gurría en el Museo del Palacio de Bellas Artes. Los tres casos llaman la atención por tratarse de mujeres que ostentan el título de haber sido las primeras en el ámbito de las artes, pero que aún no recibían la justicia de contar con exposiciones de esta envergadura: Rosario, primera pintora mexicana del siglo XX; Aurora, primera mujer mexicana en realizar un mural; Ángela, primera escultora en realizar una obra pública en México. Aún queda mucho por hacer en cuanto a atender la violencia de género en los espacios de trabajo del sector cultural, pero sin duda estas muestras abren el camino a esas conversaciones tan urgentes.

Finalmente, la mirada sobre lo popular ha sido un eje muy claro en los discursos museográficos. Quizá su mayor expresión la encontramos en la exposición dedicada al popular programa infantil 31 Minutos en el Museo Franz Mayer, que continúa generando filas de espectadores a meses de su apertura. La moda, por su parte, irrumpió también de manera significativa en los museos en el último semestre del año con las exposiciones Pasado de moda en el Museo del Estanquillo y Representaciones femeninas en transformación también en el Museo Nacional de San Carlos, demostrando que el Arte con A mayúscula puede –y debe– dialogar con otras expresiones culturales vinculadas a la cotidianeidad. Lo cierto es que, así como el feminismo ha ganado terreno, también el reclamo por alejarse del clasismo ha tomado fuerza en el debate público, y eso desde luego que debe reflejarse en la manera en la que los museos buscan acercarse a sus audiencias. Es probable que en ambas tendencias lo que estemos viendo sea un botón del clima político actual y de los cambios que ha generado en la vida cultural del país.