2024 en Jazz, diez álbumes de un género complejo

El efecto innovador del jazz tiene como elemento diferenciador la improvisación y la construcción de contrastes en su melodía. Actualmente se ha fusionado con otros géneros en su apertura a la experimentación, y músicos vanguardistas crean texturas sonoras para reinterpretar los ritmos clásicos que lo originaron. Luis Arce nos invita a explorar algunas de estas propuestas musicales que buscan llegar a nuevos públicos.

2024 en Jazz, diez álbumes de un género complejo
2024 en Jazz, diez álbumes de un género complejo Foto: Imágenes: Especial

Todo lo que está mal con los resúmenes que tratan de abarcar lo mejor del año tiene que ver con la prisa, con la necesidad incansable de convertir lo aprendido, lo vivido, lo escuchado, lo leído, en la palabra definitiva de un momento dado. Naturalmente ninguno es irrefutable, así como ningún punto de vista es absoluto. Puede que por ello toda lista resumen del año deba de tomarse con absoluta cautela y sospecha. Todo lo que está bien, es el resto, pues una lista, cuando asume su incontestable subjetividad y no busca acumular capital económico-social −cosa muy difícil, por cierto−, no lleva en sí más que la intención de brindar un formato periodístico que permita dejar testimonio de lo explorado por quien la crea. Al final es uno de los formatos más accesibles de la investigación y también una de las formas más puras de la edición, entendiéndole como el ejercicio de dejar afuera. Sin bien no me considero partidario de la lista como ejercicio de poder, sí creo en la potencia del formato para revisitar lo explorado durante el año, para fungir como un pilar en la batalla contra lo inmediato, como bien escribió Marta D. Riezu. Al fin y al cabo, reescribir nuestra memoria es una de las formas más plenas de honrarla.

Del jazz sólo puedo escribir que sigue siendo un género desafiante, furioso, alucinante. Un estilo que durante los últimos años −gracias en parte a un taumatúrgico revival del spiritual jazz encabezado por músicos como Kamasi Washington, Nubya Garcia, Matana Roberts o Idris Ackamoor, entre varios otros− ha conseguido acomodarse de nueva cuenta en un endeble molde de popularidad. Desde luego no compite −ni pretende competir− con los grandes lanzamientos de las industrias del pop, el rock o el hip-hop, pero su importancia para entender el panorama de las expresiones musicales de la actualidad es irrefutable. El año que vivimos tendrá dentro de sí algunas grabaciones tan poderosas y enigmáticas que no quedará más que intentar abrazarlas con la sabiduría que sólo pueden darnos los años. De todas ellas, hablaré sobre diez.

[Ahmed] Giant Beauty & Wood Blues

[Ahmed] Giant Beauty & Wood Blues
[Ahmed] Giant Beauty & Wood Blues ı Foto: Imagen: Especial

La música que Pat Thomas, Joel Grip, Antonin Gerbal y Seymour Wright grabaron en vivo durante 2022, lanzada en 2024 no sólo reinventa la imaginación del legendario bajista Ahmed Abdul Malik sino también la imaginación de quien lo escucha. Ambos lanzamientos tienen las características de un suceso histórico, la sensación de que algo así no va a volver a pasar. Esto último es uno de los pilares fundamentales del jazz: esa música que no puede repetirse, ocurre una vez y ya, o lo que es lo mismo, ocurre una vez y para siempre.

The Necks Bleed

The Necks, Bleed
The Necks, Bleed ı Foto: Especial

Uno de los pocos grupos que puede jactarse de tener un lenguaje único. Es absolutamente cierto que nada, en ninguna parte suena como The Necks. Habitan su propia esfera de la creación y desde ahí llevan prácticamente toda su carrera lanzando álbumes complejos e irrepetibles: Bleed no sólo confirma la regla de que el trío jamás han dado un paso en falso, también reafirma su lugar como uno de los proyectos musicales más singulares de las últimas décadas, en cualquier género.

Jeff Parker ETA IVtet The Way Out of Easy / SML Small Medium Large

Jeff Parker ETA IVtet The Way Out of Easy / SML Small Medium Large
Jeff Parker ETA IVtet The Way Out of Easy / SML Small Medium Large ı Foto: Imagen: Especial

Jeff Parker es uno de los músicos más interesantes de nuestros tiempos. Proyectos como Tortoise o Isotope 217° son clásicos indiscutibles de sus respectivos géneros. Mucho es en parte a la mentalidad siempre arriesgada y progresiva de Parker, quien este año dirigió un álbum impresionante por su dinamismo y la integración de sus intérpretes, accesible de una forma desconcertante puesto que no deja de ser experimental y extraño: su Way Out of Easy merece una atención profunda y un disfrute propio, si el mejor jazz de nuestros tiempos ha de sonar de una manera, es ésta.

En ese mismo álbum también aparecen Anna Butterss −contrabajo− y Josh Johnson −saxofón y electrónicos−, responsables de otro álbum cuyas condiciones lo sitúan como un inmediato en los recuentos de fin de año, Small Medium Large viene de un mundo similar a Way Out of Easy pero uno mucho más centrado en el ejecución y menos en la expresión, es un álbum de jazz, sí, pero tan medido, tan cuidado y tan exacto que recuerda a la profundidad matemática del kraut. Hacía falta.

Mary Halvorson Cloudward

Mary Halvorson Cloudward
Mary Halvorson Cloudward ı Foto: Imagen: Especial

Por lo menos desde hace quince años, la guitarrista Mary Halvorson está convertida en un referente inmediato del avant garde jazz a todos los niveles. No recuerdo un año donde haya escuchado un álbum suyo sin pensar que, en su forma tan particular de encarar la guitarra, y por lo tanto la música, hay algo que no puede reproducirse en ninguna otra parte. Lo que pasa en Cloudward viene cargado de la misma inteligencia y ambición que sus álbumes anteriores; no por eso deja de ser menos sorprendente, incluso prefiero pensarlo desde ese ángulo: no hay nadie en el jazz que tenga una carrera tan consistente, tan radical y al mismo tiempo tan comprometida con su búsqueda como Mary Halvorson.

Fuubutsushi Meridians

Fuubutsushi Meridians
Fuubutsushi Meridians ı Foto: Imagen: Especial

Su nombre viene de una palabra japonesa que no tiene traducción exacta. Significa las sensaciones o imágenes que evocan una estación del año en concreto. Extraño o no, el grupo conformado por Shiroishi, Matthew Sage, Chaz Prymek y Chris Jusell, suena exactamente así. En Meridians habitan piezas de una sutileza y una belleza cautivadora. Es como un abrir y cerrar de ojos ante el cambio de una nueva estación. Reproducir eso requiere mucho talento y paciencia, pero requiere ante todo un amor profundo por el tiempo, por el sonido, por lo que el conjunto de ambos, hace a nuestras vidas.

Hermeto Pascoal & Grupo Pra você, Ilza

Hermeto Pascoal & Grupo Pra você, Ilza
Hermeto Pascoal & Grupo Pra você, Ilza ı Foto: Imagen: Especial

Si hablamos de maestros de la improvisación y el fusion jazz, es difícil no mencionar el nombre de Hermeto Pascoal, una leyenda que continúa produciendo algunos de los álbumes más ricos y propositivos de la actualidad. El tipo tiene casi 90 años y ha pasado casi 60 tocando el sonido del infinito. Hasta ahora no da señales de querer detenerse. Este álbum, dedicado a la memoria de su esposa, es una declaración de inmortalidad, llena de inventiva y alegría. La devoción en estado de éxtasis, sonidos tan llenos de vida que casi nos hacen pensar que la muerte no existe. Que así sea.

Ill Considered Infrared

Ill Considered Infrared
Ill Considered Infrared ı Foto: Imagen: Especial

Infrared no es el mejor álbum de conjunto londinense, no creo que sea ni siquiera top 5 de su propia discografía, sin embargo todo en él demuestra de un grupo que, en su educación casi autodidacta, no ha dejado de añadirle a las conversaciones jazzeras algunos matices que sólo pueden surgir cuando la música viene desde la más honesta inventiva. Infrared es aplastante, atrevido y a ratos destructivo. De pocos artistas puede decirse que sean realmente libres, Ill Considered son unos de ellos.

Arooj Aftab Night Reign

Arooj Aftab Night Reign
Arooj Aftab Night Reign ı Foto: Imagen: Especial

Posiblemente el álbum más revisado y comentado de todos los que aparecen en esta lista, y con justicia, pues lo de Arooj Aftab es la clase de álbum de jazz que puedes recomendar sin temor alguno a personas que no gusten aún del jazz o quieran ingresar en el universo del mismo. Su galanura es apabullante, tiene el brillo de la clarividencia y la gentileza de una pincelada apenas perceptible. Quizá por eso lo dejo al final: es la clase de álbum cuya accesibilidad no está peleada con su belleza y elegancia. Si a partir de este momento alguien quiere retomar algunos buenos álbumes, en jazz, de 2024, que empiece por acá.

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