50 AÑOS DE EN NUESTRO TIEMPO
In Our Time fue considerado desde su aparición en 1925 un clásico que renovaba la tradición narrativa. La calidad de su prosa y la originalidad de su estructura lo convierten en uno de los mejores libros de cuento que se han escrito. […]
Hemingway quería escribir historias mínimas, tratando de narrar los hechos y transmitir la experiencia, pero no su sentido. La simplicidad de la estructura de las frases y de la dicción —la de alguien fisurado emocionalmente— se ve reforzada por el uso restringido de adjetivos y adverbios. Casi no hay metáforas, ni comparaciones ni oraciones subordinadas; evita las técnicas tradicionales y puede ser leído como una versión personal que definió la renovación de la literatura moderna.
Ricardo Piglia, “Prólogo”, En nuestro tiempo, Debolsillo, 2020.
Memorias de un subsuelo en las alturas
UN AMOR PROHIBIDO
Al amparo de la ocasión del estudio, comenzamos a dedicarnos por entero a la ciencia del amor. Los escondrijos que el amor hambrea, nos los proporcionaba la tarea de la lección. Pero, una vez que los libros se abrían, muchas más palabras de amor que del tema del estudio se proferían. Más abundantes salían los besos que las sentencias. Muchas más veces, las manos se escurrían a los senos que a los libros. Más a menudo el amor fijaba los ojos en sí mismo que en la escritura del texto. Y a veces, el amor que no el rigor, propinaba azotes. Y entonces lo hacía con cariño, no con ira, para que supieran más suaves que todos los ungüentos.
[…] Ningún grado del amor fue omitido por los ardientes amantes. Y si algo desacostumbrado el amor inventa, ése también fue añadido. Y como éramos novatos en estos goces insistíamos con ardor en ellos, sin que nos aburriesen. Ahora que, cuánto más me embargaba esta delectación, menos podía dedicarme a la filosofía y menos podía también atender a mis escuelas. Me resultaba terriblemente odioso volver a las aulas y permanecer en ellas.
Me era pesado dedicar las horas de la noche al amor y las del día al estudio.
Transcurridos algunos meses, el tío se enteró de nuestras relaciones. ¡Qué infinito fue el dolor que este conocimiento despertó en el tío! ¡Qué inmensa pena recibimos los amantes por la separación! Ninguno lloraba sus propias penas, sino las del otro. La separación de los cuerpos estrechó aún más los lazos que unían nuestros corazones. […]
El pensamiento del escándalo sufrido nos hacía insensibles a todo escándalo. Pequeña nos parecía la pena proveniente del qué dirán ante la dulzura del goce de poseernos. Pasó, ciertamente, en nosotros, lo que la fábula poética cuenta que ocurrió entre Venus y Marte cuando fueron sorprendidos.
Pedro Abelardo, Historia de mis desventuras, trad. José María Cigüela, Biblioteca Básica Universal, 1983.
LA MARIPOSA, UN SÍMBOLO
En la antigua ciudad de Teotihuacán, construida alrededor del año 200 a.C., la imagen de la mariposa se talló en templos y edificios civiles sobre piedras, dinteles y paredes. A veces se representaba con mandíbulas de jaguar, y algunas especies se consideraban la reencarnación del espíritu de los antiguos guerreros.
El quetzal era un pájaro de vivos colores venerado en la antigua Mesoamérica; muchas de sus imágenes lo muestran con alas de mariposa, formando una criatura conocida como Quetzalpapálotl. En las culturas maya y zapoteca se han encontrado imágenes de la mariposa-jaguar y de la mariposa-quetzal que han sido identificadas con la guerra y la muerte.
Para los aztecas, Itzpapálotl (“mariposa-obsidiana”) era una feroz guerrera, así como una diosa de la noche. Izpapálotl aparece en el arte azteca como una figura esquelética con garras de jaguar y alas de mariposa con cuchillos en los extremos. Representa las facetas más oscuras de las imágenes de la Madre Tierra.
Sarah Bartlett, Los secretos del universo en 100 símbolos, trad. Raquel García Rojas, Librero, 2017.
“AUTOBIOGRAFÍA COMPLETÍSIMA”
Nací el 3 de septiembre de 1940, mientras Hitler devoraba media Europa y el mundo no esperaba nada bueno. Desde que era muy pequeño, tuve una gran facilidad para cometer errores. De tanto meter la pata, terminé demostrando que iba a dejar honda huella de mi paso por el mundo. Con la sana intención de profundizar la huella, me hice escritor, o intenté serlo.
Mis trabajos más exitosos son tres artículos que circulan con mi nombre en Internet. En la calle me para la gente, para felicitarme, y cada vez que eso ocurre me pongo a deshojar la margarita:
—Me mato, no me mato, me mato…
Ninguno de esos artículos fue escrito
por mí.
Eduardo Galeano, El cazador de historias, Siglo XXI, 2016.
ENCUENTROS DE ENERO
Un 5 de enero de 1825, Alexandre Dumas, a los veintitrés años, se enfrenta a su primer duelo de honor y, ante la hilaridad general, al desabrocharse los tirantes se le caen los pantalones. Su adversario, peor espadachín que él, resulta levemente herido en un hombro.
***
Un 11 de enero de 1936 Dashiell Hammett y Raymond Chandler, los dos maestros de la novela negra clásica, se conocen en una cena organizada en Los Ángeles por la revista Black Mask. Humphrey Bogart interpretaría a sus dos famosos detectives: el Sam Spade de Hammett en El Halcón maltés y el Philip Marlowe de Chandler en El sueño eterno.
Marta Salís, Agenda literaria 2016, Alba Editorial.
EL PINTOR GEORG GROSZ
De pronto, los dibujos de Grosz parecen trazados por la mano inhábil de un niño, pero si se estudian la maestría sintética y el poder de expresión, van revelándose, y el descuido aparente no es sino desprecio del detalle inútil, para mejor realzar lo esencial.
Grosz, que tiene ojos nuevos para mirar al mundo, renueva los nuestros con la novedad de su estilo. Tiene líneas inéditas hasta para dibujar una nariz: dos eses caídas y enfrentadas. Líneas tan personales como eran la de Okusai hace un siglo, cuando nadie lo había plagiado abusando de su impopularidad.
La economía sintética de Grosz es asombrosa y por su magistral simplicidad sus obras podrían servir como modelos para iniciar a niños o estudiantes en los secretos de la expresión.
Sólo entre chinos y japoneses he visto tal simplicidad expresiva, pero la personalidad acrisolada de Grosz, su individualismo celoso, lo hacen superar en anarquía a los maestros de Oriente, que aún siendo rebeldes o innovadores algo conservan de su gravitación tradicional. […]
José Juan Tablada, “La difícil facilidad”, De Coyoacán a la Quinta Avenida. Una antología general, FCE / F,L,M. / UNAM, 2007.
CALCETINES
Pocas prendas tan cercanas a uno como los calcetines. No son algo de nuestra intimidad que mostremos a los demás, como una fina lencería, un tatuaje o un olor en la piel; los calcetines son, en realidad, nuestra pata de león, una parte del animal que fuimos y recuperamos disfrazando los pies.
Ridículos y a la vez entrañables, los calcetines confortan a nuestros pies desnudos e inermes. Quizá su invento haya sido nuestro más alto grado de civilización, la alfombra particular de cada pie, cansado de lidiar con la tierra helada y armado sólo de toscos zapatos o sandalias que en el frío no hacían más que emular el desamparo […].
Ana García Bergua, “Escrito en calcetines”, La escalera eléctrica, Attica Libros / UANL, 2023.