Diversa Cultural

Diversa Cultural
Diversa Cultural Foto: Stable Difussion, Creative Commons, Especial y Freepik

LAS LANGOSTAS DE CHURCHILL

André Maurois, “el espíritu más fino de la época”, cuenta que Winston Churchill, le preguntó:

–¿Conoce usted las costumbres de las langostas?... Bueno, pues, si tiene oportunidad, estúdielas, porque son muy interesantes. En diferentes periodos de su vida pierden su concha protectora. En esos momentos de mudanza, el muy valiente crustáceo se esconde en una hendidura de las rocas y allí espera, pacientemente, hasta que un nuevo caparacho tiene tiempo de formarse. Tan pronto como esta nueva armadura se ha endurecido, el animal sale de la hendidura y vuelve de nuevo a ser un luchador, “amo y señor de los mares” […]

Juan José Tablada, De Coyoacán a la Quinta Avenida. Una antología general, selección y edición Rodolfo Mata, FCE / f, l, m. / UNAM, 2007.

Las langostas de Churchill
Las langostas de Churchill ı Foto: Stable Difussion

EL GIGANTE ALEMÁN

Parece que estaba destinado a restaurar, en parte, los misterios de la Grecia Órfica. A la edad de doce años conocía a Eurípides, Sófocles y Esquilo, y había hecho, a su manera, una interpretación de la Odisea, basándose en las ingeniosas interpretaciones de Polüdes y los Etolios de August Apel, a la que añadió un poema laudatorio en hexámetros, inspirado en una fábula de Hying, en la que Ulises es apaleado por el hijo que tuvo con Calipso. No obstante, era un muchacho rebelde a los estudios clásicos propiamente dichos, y de Grecia sólo le fascinaba la leyenda, la mitología y la historia.

La infancia de Wagner estuvo saturada por el teatro. Su padre, abogado, sintió profunda admiración por Schiller y con frecuencia tomó parte como aficionado en las representaciones que hacían en Leipzig. Su padrastro, Geyer, gran pintor y cómico estupendo, cantó en algunas ocasiones óperas de Weber. Sus hermanas Rosalía, Luisa y Clara se dedicaban al arte escénico, y el niño Richard rabiaba hasta llorar, cuando su madre no le permitía ir al teatro, o cuando no entendía las conversaciones entre bastidores. Por eso se explica que a los once años escribiera un gran drama, cuyos 42 personajes morían todos en el primer acto, para actuar como fantasmas en los actos siguientes. Por ello su familia y él mismo, creían que su vocación estaba en el teatro y en la literatura en general. […] Pero iba a despertar una fuerza desbordante, avasalladora, sólo esperaba un estímulo afortunado, el que llegó en Leipzig con la “Sinfonía en La Mayor” de Beethoven, la cual produjo un efecto indescriptible, una monstruosidad mística y sublime, y decidió a Wagner a ser músico.

Clemencia Rath, El sendero del retorno, Kier, 1967.

INTUICIÓN

No añadas nada a lo que te transmitan tus impresiones más inmediatas. Te cuentan que alguien va diciendo cosas terribles de ti, pero te están contando sólo eso, no que te haya causado un daño. Estoy viendo que mi hijo está enfermo, pero no que su vida corra peligro. Así pues, mantente siempre en tus primeras impresiones, no saques más conclusiones por tu cuenta y no te sucederá nada. O mejor, sácalas, pero como una persona consciente de todo lo que ocurre en el mundo.

Marco Aurelio, Meditaciones, trad. Óscar Martínez García, ilustraciones de Montse Galbany, Taurus, 2024.

LOS PAISAJES DE TOKIO

En el segundo mes de 1856, cinco proyectos de Utagawa Hiroshige (1797-1858) que llevaban como título genérico Cien famosas vistas de Edo (Meisho Edo hyakkei) fueron aprobados por los censores. Comenzaba así la historia llena de éxitos de una de las series de paisajes más famosas de la xilografía japonesa. La ciudad de Edo, que en 1868 cambió su nombre por el de Tokio, se había convertido en tema de numerosas pinturas, libros impresos y xilografías, pero nunca antes se había producido una serie con tantas vistas como las que prometía el título. De las 120 láminas individuales que se fueron imprimiendo poco a poco hasta el décimo mes de 1858 surgió la más amplia serie en el campo del paisaje, las imágenes del mundo flotante y efímero, ukiyo-e.

El concepto ukiyo-e se deriva de la idea budista del carácter ilusorio y fugaz de la existencia terrena. Sin embargo, a finales del siglo XVII, este concepto adquirió un matiz mundano y se puso en relación con las diversiones en los teatros, las casas de té y los establecimientos del sector, pero también con otros entretenimientos populares en las ciudades de Kioto, Osaka y Edo. Muchas imágenes de ukiyo-e sirvieron para hacer publicidad de representaciones teatrales o torneos de sumo, o celebraron a las estrellas de la cultura del espectáculo.

Melanie Trede y Lorenz Bichler, Hiroshige, trad. José M. García y Antonio G. Pelegrín, Taschen, 2019.

Los paisajes de Tokio
Los paisajes de Tokio ı Foto: Creative Commons

ENEAGRAMA

El término eneagrama fue introducido por G. I. Gurdjieff, un pionero en la adaptación de las enseñanzas espirituales orientales para que pudieran utilizarse hoy por occidentales. […] Gurdjieff, consciente del inútil sufrimiento creado por fallos de nuestra propia personalidad, enseñaba que cada uno de nosotros poseía un rasgo característico que constituía el eje central en el que giraban los aspectos erróneos de nuestra personalidad. Si pudiéramos conocer este rasgo característico, la tarea de comprender y trascender esos aspectos engañosos de nuestra personalidad ( falsa personalidad, que gran parte de ella, más que ser elegida libremente, se nos ha inculcado desde niños) sería mucho más eficaz.

Charles T. Tart, “Prefacio” en Helen Palmer, El Eneagrama. Un prodigioso sistema de identificación de los tipos de personalidad, Ediciones Continente, 2013.

Eneagrama
Eneagrama ı Foto: Especial

EL INSOMNIO DE GIDE

12 de diciembre

Insomnio. Lucho lo mejor que puedo; me obligo a «hacer ejercicio», a caminar, a tomar una ducha fría al regreso de una «carrera higiénica». Todo inútil. Cada noche es un poco peor que la anterior y me hace perder una brizna más de lo adquirido este verano. Me parezco al payaso de circo que se está quitando uno tras otros sus chalecos; admiro al mismo tiempo los muchos chalecos de que me había provisto. André Gide (1869-1951), Diario.

Liliana Lukin (comp.), Lecturas para mujeres que no duermen, Editorial Sudamericana, 2001.

Imagen ilustrativa de insomnio
Imagen ilustrativa de insomnio ı Foto: Freepik

TRAMPAS DEL LENGUAJE

A veces, el sonido de las palabras puede ponernos trampas. Sin embargo, el idioma se ha organizado bien para salir de ésa. Una gran sutileza en el ritmo de las sílabas nos ayuda hasta el punto de que, por increíble que parezca, podemos percibir diferencias como ésta, si las oímos con naturalidad en su contexto:

No es lo mismo bar Ajo, que barajo.

No es lo mismo bar Río Nuevo que barrio nuevo.

No es lo mismo barrio nuevo que Barrionuevo.

No es lo mismo No se aburra que No sea burra.

No es lo mismo Ése que nos sirve que Ése que no sirve.

No es lo mismo un comisario culto que un comisario oculto.

No es lo mismo Qué tal ves a Romero que Qué tal besa Romero.

No es lo mismo un barco chino que un bar cochino.

Álex Grijelmo, La gramática descomplicada, Taurus, 2019.