La escena del heavy metal en México también es una mafia. Dos investigaciones periodísticas desnudaron una red fraudulenta que controla los festivales metaleros, entre ellos Jorge Figueroa Tapia, también conocido como el estafador en serie, denunciado desde 2009. Otro es José Luis Alva Briceño, de las productoras Live Talent / Music Vibe / Fun Ticket, que este año organiza los conciertos de Slipknot, Bring Me The Horizon y Dream Theater. Fraudes anunciados en la contrapágina de facebook Lie Talent.
Julio Solórzano, periodista fundador de Reina el Metal, está amenazado por publicar Entre fraude, cinismo y otras cábulas (04/5/2018), en el que descubre las diez empresas de Figueroa Tapia, que incluyen medios digitales —Summa Inferno es su trinchera—, productoras, tiendas en línea,
club de fans, y documenta trece fraudes desde 2007: apropiación del nombre / domino rammstein.com para estafar al club de fans. Este club es su blanco favorito, los ha estafado hasta el cansancio con la venta de boletos falsos, artículos, playeras, máscaras y libros. Además, cancelaciones de Sleep Party People, Lord of the Lost, fraudes boleteros del Hell & Heaven Fest y del Corona H&H, festivales fantasmas como el Maleficarum (Fraudeficarum), además de incumplimiento de pagos a los recintos. Para hacer un festival fantasma inventan un cartel jalador, lo anuncian, venden los boletos y al final lo cancelan. Nunca existió y mucho menos reembolsan la lana.
SEIS AÑOS MÁS TARDE, Brandon J. Celaya Torres publicó un extenso reportaje en dos partes: "Del Hell & Heaven al Knotfest: la oscura red que capturó al metal en México / Summa Inferno: entre engaños y festivales fantasma" (Aristegui Noticias 19/8/2024). Dos nombres y sus respectivas chingaderas resaltan: José Luis Alva Briceño (socio de Javier Castañeda) y el campeón de la transa, Jorge Figueroa Tapia. Desde 2010, el Cancell & Heaven acumula más de mil denuncias por cancelaciones, desorganización, incumplimiento, fraude y maltrato a grupos. En 2019, el Knotfest terminó en vandalismo y la quema de la batería de Evanescence, mientras que en el Hell & Heaven del año pasado cancelaron a 31 grupos y hubo portazos todos los días. En 2023, Figueroa Tapia defraudó a los metaleros con el festival fantasma Luciferum. Este año ya lleva dos fraudes: Manefestival y Leviathan, hasta el logotipo se robó. De todo lo mencionado (solo es una parte), ni Alva Briceño ni Figueroa Tapia han reembolsado un peso. Siguen muy campantes, defraudando a los que podrían ser los seres más tiernos e inocentes del planeta. Metaleros jodiendo a los metaleros.
Para organizarles un baile: quince años de estafas y siguen cayendo con los mismos parásitos. De las “autoridades” ya no se espera nada, los dejan operar sin problema, les dan todos los permisos y se hacen de la vista gorda, o ya hubieran actuado. Pero los metaleros, ¿por qué se dejan engañar voluntaria, ingenua y dócilmente, y siguen enriqueciendo a los que han acabado con los conciertos de heavy metal? Era música obrera y aquí te defraudan con un boleto de más de diez mil pesos. En fin, cada quien tira su dinero como quiere.