“Corre el hormigueo” y otros poemas

El más reciente libro de la poeta Ana Belén López (Culiacán, 1961) lleva por título Ni visible, ni palpable; lo distingue un lenguaje limpio de rebabas, que impacta frontalmente al lector que se acerca a él. Este volumen, publicado a fines de 2020 por Libros UNAM y que comienza a distribuirse en librerías, traza una continuación virtuosa de la trayectoria literaria de la también docente y de ese modo crea un arco hacia títulos previos de su autoría, entre ellos Alejándose avanza, Del barandal y Retrato hablado.

Corre el hormigueo
Corre el hormigueo Foto: Pixabay

SI EL TREN se descarrila,

¿por dónde correrán mis venas?

¿Llegará mi sangre

al centro de la Tierra?

Sentirán palpitar las piedras del camino.

Se remojarán a la orilla del río

que cruza bajo el mismo puente.

El sol cubrirá

los pelos.

Los hilos del vestido

se enredarán

en el olor de tabaco.

Las uñas

llegarán a su punto de origen.

¿Por dónde correrá mi voz?

¿Entre mis venas?

Cuando el tren se descarrile,

¿brillará un poco la luz?

SALDRÁN LAS RAÍCES de la nuca

hasta brotar por las cuencas.

Como el follaje

que se mece entre las palabras

que el viento azota.

El rojo es el primero en desaparecer

cuando los ojos se cierran.

Desaparecerá el rojo de los poros.

Las raíces

brotarán por la nuca

cuando el rojo desaparezca

de la piel.

CORRE EL HORMIGUEO

de una mano a la otra

entre los dedos

entre los bordes

del descenso

occipital

entre ciudades

luces y asientos

entre los cuerpos

las piernas

entre el vuelo

desciende vertical.

BUSCO LA ESPIRAL de tu columna

como el centro de la escalera.

Cada ruido de la rueda

gira en la pupila

hacia el centro

del desagüe lánguido

hacia

el centro de tu oído

hacia el nervio de tu mirada

hacia el cuello rectificado

que desmaya en el borde de la cama.

Piso tus pasos

cuando busco

las gotas de tus ojos

cuando busco

en la espiral de tu columna.

DEL OTRO LADO

me dicen las yemas de los dedos,

está

la respiración lejana

del otro lado

me dice la hormiga que cruza la piel

hacia el nido húmedo.

La del resplandor

del vidrio caliente

de la madera

de la piedra

del agua

del otro lado.

PAPALOTEA EN EL PECHO

una mariposa negra

el filo de sus alas

roza el tejido que atraviesa

el corazón y el límite

de los pulmones.

Tal vez la izquierda

tal vez la derecha

roza el rictus

de los labios que se inclinan

hacia abajo.

Rozan un calor sordo

el ala negra

crece por la boca.