1.¿Cuántos libros puedes contar en tu biblioteca?
La verdad no los tengo contabilizados, aunque probablemente debería hacerlo. Estimo, más o menos, unos mil volúmenes, entre los cuales existe mucha literatura hispanoamericana, traducciones de diversas lenguas, así como libros en inglés, francés, portugués y unos cuantos en árabe (aún no leo esa lengua, pero comienzo a estudiarla). También tengo catálogos fotográficos, libros de arte, libros de artista y ediciones limitadas que he ido guardando con el paso de los años, en distintos eventos y ferias del libro nacionales, así como internacionales. Además, hay una sección más modesta de libros infantiles y juveniles, pero están presentes y los considero de importancia.
Existen libros heredados y ediciones de los años cuarenta y cincuenta, en colecciones que ya resultan difíciles de encontrar, de literatura francesa, inglesa, italiana y rusa traducida al español, las cuales se han convertido en un auténtico tesoro para mí. En otra parte conservo los poemarios, en otra las ediciones antiguas o raras (como Fairy Tales From India, editados por Katharine Pyle; es una copia de 1926, que casi llega ya a sus cien años). Más allá están guardados ejemplares firmados y dedicados por una diversidad de autores con quienes he tenido el placer de convivir (o no, como es el caso de un título de Patti Smith, regalo de alguien muy especial en mi mundo, quien lo encontró entre los libreros de Strand en Nueva York, quizá mi librería favorita). Por supuesto, también aquellos que han sido editados por Textofilia Ediciones y sus demás sellos, los cuales se acercan a los 350 volúmenes o incluso ya rebasan ese número.
2. ¿Cuál es el título del último libro que compraste?
The Missing Piece (La pieza faltante), de Shel Silverstein, en su edición clásica de Harper Collins; en este caso lo compré en Chicago como regalo para darlo a mi sobrina de tres años, quien está aprendiendo inglés. Aunque, como dije, sí tengo varios volúmenes de libros infantiles en esta biblioteca que tengo en casa y suelo comprar para mí mismo.
Si se trata de un libro para mi biblioteca personal que haya comprado recientemente, menciono un volumen con varias obras de Gibran Khalil Gibran que me topé por casualidad en un puesto de periódicos hace unos días en nuestra hermosa Ciudad de México. Es una edición llamativa en su pasta, aunque de modesta hechura, comercializada por Editores Mexicanos Unidos.
Estimo unos mil volúmenes, entre los cuales existe mucha literatura hispanoamericana, traducciones diversas, así como libros en inglés, francés, portugués
3. ¿Cuál es el último libro que leíste?
For Bread Alone (Sólo por pan), de Mohamed Choukri, en una traducción realizada por Paul Bowles, que fue editada por Saqi Books en los años noventa y reeditada por Telegram en Londres, más recientemente. A mi parecer es uno de los más grandes escritores marroquíes (y de la lengua árabe) de todos los tiempos. Llegó a mis manos en un viaje al Medio Oriente, por suerte, con la recomendación de mi querida amiga Laura di Pietro, a quien no dejo de agradecer por su generosidad en cuanto a lecturas y escritores que siempre me fascinan. En ese mismo viaje cargué una maleta pequeña con sólo sus consejos de autores y que ahora también forman parte de mi colección.
4. Menciona cinco libros que significan mucho para ti.
Existe una infinidad, pero vienen a mi cabeza ahora: El principito, de Antoine de Saint-Exupéry. Desde que puedo recordar está presente conmigo, seguro muchos niños han sido y seguirán siendo marcados por él. Yo regreso constantemente a su lectura y en mi biblioteca hay más de una copia, en su mayoría regalos de gente querida: saben la importancia que ha tenido en mi vida; El corazón y la botella, de Oliver Jeffers, otro título infantil que me hizo un nudo en la garganta la primera vez que tuve en mis manos su edición en español, del Fondo de Cultura Económica. Suelo regalarlo a amigos cuando vuelvo a toparme con copias disponibles en alguna librería; Torcido Arado, de Itamar Vieira Junior, que además de ser una pieza indispensable de la literatura brasileña contemporánea, me representa una gran alegría como editor y como profesional del libro; Un río muere de sed, poemas y fragmentos de los diarios de Mahmoud Darwish. Para mí se trata de un testimonio en versos sobre la resiliencia humana. Conocemos en México poco de la literatura palestina y está llena de joyas, entre ellas, la obra de Darwish; Pedro Páramo, de Juan Rulfo, quizá la más grande pieza literaria de la literatura mexicana, desde una perspectiva muy personal. No puedo dejar de mencionarlo. Voy a mencionar otro, perdón, el sexto: Agua viva, de Clarice Lispector, pues en su momento me abrió la cabeza a entender que la literatura a veces incluso encuentra y crea sus propias formas.
5. Nomina a cinco personas para responder este cuestionario.
La editora brasileña Laura di Pietro, cabeza de Editora Tabla (Río de Janeiro), especialista en literatura árabe y gran lectora; Alejandro Paniagua Anguiano, talentoso escritor y también coleccionista de libros; José Javier Villarreal, escritor, académico y actual director de Cultura de la Universidad Autónoma de Nuevo León; Verónica Flores, agente literaria, editora y devoradora de libros; Jacqueline Santos, traductora literaria, editora y amante de la poesía.
RICARDO SÁNCHEZ RIANCHO (Ciudad de México, 1984) es editor, conductor y director de Textofilia Ediciones. Recomienda libros y entrevista escritores en el noticiero de Pedro Ferriz, Grupo TeleUrban y Publishers Weekly, entre otros medios.