Cuestionario K-Punk Musical • 2

En esta segunda entrega del Cuestionario K-Punk Musical, la locutora y guionista Luisa Iglesias, mejor conocida como <i>La Ouija</i>, nos invita a las historias que acompañan la música que ama, así como su género predilecto: el metal. Pasando por Judas Priest y Ministry, pero también por los Cocteau Twins y hasta Juan Gabriel, nos adentramos en los gustos de quien cuenta cómo en el concierto de Rammstein “con el primer bombazo sentí haberme quedado calva, sorda y delirante”. Son las palabras de alguien que vive cada rola con intensidad.

Portada de un. disco de Marilyn Manson
Portada de un. disco de Marilyn Manson Foto: Especial

1. ¿Cuántos discos tienes en tu colección?

Menos de los que quisiera. Perdí la mayoría en una inundación. Fue tan grande mi dolor que me costó trabajo arrancar de nueva cuenta a coleccionar. Luego vinieron mudanzas y amores que me dieron y me quitaron música. Extraño tener discos, como buena fanática del metal. Voy a decir que tengo 666 discos para tener buena suerte y que venga ese número a mí.

2. ¿Cuál fue el primer disco que escuchaste?

Desde que tengo memoria mi tío y mis papás pasaban horas oyendo discos en la sala. El recuerdo es calientito y huele a ponche navideño. Siempre era música industrial o progresiva, que desde la otra habitación me resultaba inquietante. Así que, más allá de las bandas sonoras de las películas de Disney con John Secada, viene a mi mente Let it Be, de Laibach. Me asustó. Me fascinó. Ese álbum de covers a los Beatles es el primer recuerdo que tengo de haberme acurrucado en la sala con mi familia para escuchar un álbum entero.

3. ¿Cuál fue el primer disco que compraste con tu dinero?

En 1996, el Antichrist Superstar se apoderó de la radio. Yo tenía diez años y trabajaba como conductora en la barra infantil del IMER. Recuerdo haberle dicho a mis papás que con mi pago y mis ahorros quería comprar el álbum de Marilyn Manson. Ellos accedieron emocionados. Incluso la ida a la tienda fue todo un evento familiar. Me sentí orgullosa de que ésa fuera mi primera compra. Sigue siendo un disco fundamental en mi vida, aunque el personaje ya no me provoque empatía. Mi madre y yo escuchamos el Antichrist Superstar una y otra vez durante meses, siempre evitando el “Track 99” con sus “Empty Sounds of Hate”, que en aquel entonces me aterrorizaban.

4. ¿Cuál es el último disco que compraste y en qué formato?

De Iron Maiden, Senjutsu, en vinilo. Ese mismo día compré también el Lucifer IV y el disco rosa de Britney Spears.

5. ¿Cuál es el último disco que te voló la cabeza?

Acabo de oír el Untergang de Urfaust, me embrujó desde que vi la portada. Un demonio, ahogado de borracho, yace derrotado en alguna barra perdida del infierno. Recomiendo la canción “Vernichtung”.

6. Menciona cinco bandas favoritas.

Mis consentidas de toda la vida: Ministry, Nine Inch Nails, Godflesh, Throbbing Gristle, Judas Priest (San Juditas Priest, mi amor).

7. Menciona cinco discos que signifiquen mucho para ti.

The Fragile, de Nine Inch Nails; Heaven or Las Vegas, de Cocteau Twins; D.o.A: The Third and Final Report, de Throbbing Gristle; After Hours, de The Weeknd; 60 Second Wipeout, de Atari Teenage Riot; Presence: Into the Here and the Now, de Manufactura.

8. Menciona cinco canciones que sean parte de tu historia.

“Like Rats”, de Godflesh; “Cosmic Dancer”, de T. Rex; “Chrome”, de VNV Nation; “Rex Irae”, de Triptykon con la Metropole Orkest; “Helpless”, de Diamond Head.

9. Menciona cinco conciertos que han significado mucho para ti.

a. The Cranberries, en el Auditorio Nacional (2000). Fue uno de los primeros a los que pude ir sola con mis amigas. En ese año escuchaba una y otra y otra vez el Everybody Else Is Doing It, So Why Can't We? Nos tocó en la última fila y poco importó. Al salir compramos playeras, encendedores, ceniceros y toda clase de parafernalia. Nos fuimos del evento muy orgullosas, hasta que notamos un error… pequeñito, casi imperceptible en nuestra mercancía: los souvenirs decían “Cranberris”. Los conservé hasta que ya no dieron más; b. Marilyn Manson, Mudvayne, Apocalyptica y Korn, en el Foro Sol (2003). Los que han visto en vivo a estas bandas saben que son electricidad pura. Cuenta la leyenda que en ese festival, mientras tocaba Mudvayne y entrábamos y salíamos del moshpit, alguien me pateó por accidente la cara y me dejó en el piso. Cuando abrí los ojos, un metalero que en mi mente era igualito a Robb Flynn, me llevaba en brazos y se apresuraba a los servicios médicos (¡miau!). Yo tenía sangre embarrada en la cara, el cabello, la ropa y aún así nos hicimos ojitos y cuando salí de la ambulancia cantamos juntos las de Korn. A partir de ahí nos mandamos mensajitos todos los días desde nuestros celulares con forma de pingüino. Luego perdí su número. Nunca lo volví a ver; c. Juan Gabriel, en el Zócalo (2004). Era la una de la mañana, las calles del Centro estaban colmadas de gente que celebraba la Noche de Primavera. Los gritos y la locura se apoderaron de todo. El concierto comenzó y la ciudad entera se detuvo. Los periódicos reportaron que éramos ochenta mil personas coreando 52 canciones durante más de cinco horas. ¿Cuántas lágrimas de melancolía y éxtasis habrán salpicado la plancha del Zócalo?; d. Godflesh, en el Lunario (2016). Éste es el concierto que amo. No tengo razones, sólo una pulsión que se siente como si mi cuerpo se transformara en una motocicleta. Quisiera vivir ahí por siempre, habitar y morir en este concierto; e. Rammstein, en Foro Sol (2022). No sé cómo llegué hasta adelante la primera noche de la banda aquí en México, antes de que comenzaran las flamas y las explosiones. Con el primer bombazo sentí haberme quedado calva, sorda y delirante. Nunca había visto algo así. No tengo dudas: fue una noche irrepetible.

Yo tenía sangre embarrada en la cara, el cabello, la ropa y aún así nos hicimos ojitos y cuando salí de la ambulancia cantamos juntos las de Korn

10. Nomina a cinco personas para contestar este cuestionario.

María Letona, Arturo J. Flores, Mao Kanto, Pepe Campa, Korno Espinosa.