La última ola para El rey de la guitarra surf llegó el 16 de marzo pasado, a los 81 años, tras una serie de enfermedades tan larga como su estela musical, de la que descienden todos los grupos de surf: los pop (Beach Boys), los popofs (Aqua Velvets), los garage (Man or Astroman?) y los punks (Agent Orange). Fue el creador de un estilo, del instrumento y el equipo de amplificación para tocarlo, así como del surfeo de las caderas llamado stomp. Desde su tabla empapó al rock con un sonido, una estética y una técnica que llevó al desarrollo de la tecnología sonora hacia nuevos horizontes, adonde nadie había llegado.
La primera oleada de surf llegó con los grupos de rock instrumental del sur de California a principios de los sesenta, cuando Dale desató la furia en el Salón Rendezvous y envolvía a los asistentes en el vértigo acuático que salía de su Fender Stratocaster. Tocaba más de quince instrumentos de cuerda, percusión y viento, pero era un guitarrista zurdo excepcional que fusionó el rock y la música libanesa, árabe, española, rusa y mexicana, en un coctel ecléctico y explosivo. Quería representar con música el poder natural del océano y desarrolló una técnica que definió como “una ametralladora de stacatto y picking” sometido al trémolo, a la reverberación y al volumen. Pero la intensidad del tsunami se desbordaba, derretía los amplificadores y las plumillas. Leo Fender fue a escucharlo en vivo para medirle el sonido a los amplificadores y juntos crearon la Stratocaster para zurdo que llevó su nombre, más robusta y con cuerdas más gruesas. Y el Showman Amp, un súper amplificador de cien watts con bocina de quince pulgadas, diseñada para dar el mayor volumen posible. En el proceso de romper las barreras del sonido murieron quemados más de cincuenta amplis. Resultado: construyeron el Dual Showman Amp, con dos bocinas de quince pulgadas para un estruendo de doble wattaje. Hendrix, Page y Townshend fueron selectos usuarios. También inventó el Fender Amp Reverb para filtrar la guitarra y la voz, el eco era su sello personal. Todo eso le ganó otro título de nobleza rockera: El rey del Heavy Metal.
"Inventó el Fender Amp Reverb para filtrar la guitarra y la voz, el eco era su sello personal".
Dale y sus Del-Tones (Art Munson, Bill Barber, Nick O’Malley, Richard Monsour y Rick Rillera) salpicaron al mundo hasta que se retiró en los setenta por los males que lo castigaron: cáncer rectal, fallas del hígado y el corazón, diabetes y problemas de espalda. Nada de eso impidió que retornara en los ochenta y desatara la segunda oleada surfera. Un regreso cinematográfico, en 1987 tocó “Pipeline” con Stevie Ray Vaughan para la película Back to the Beach de Lyndall Hobbs. Y en 1994, la estrepitosa “Miserlou” nos tomó a todos por sorpresa en el arranque de Pulp Fiction de Tarantino. Suficiente para quedarse en la cresta musical de aquella década. Karateka, vegano y ambientalista, tocó hasta sus últimos días para pagar las cuentas médicas. El doble rey ha muerto, larga vida al surf.