Los Doors en México

LA CANCIÓN #6

Cartel de Los Doors en México
Cartel de Los Doors en MéxicoFoto: Especial
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Los Doors tocaron en la Ciudad de México en junio de 1969. No había pasado un año de la masacre estudiantil de 1968, cuando el promotor Mario Olmos se prendió para traer al cuarteto a la Plaza de Toros México, del 28 al 30. Logró traerlos con 20 mil dólares por adelantado. “Las Puertas” necesitaban la chamba, después de que Morrison se sacó la gáver en Florida se quedaron sin contratos. Y llegaron con música y acompañamiento, pero los conciertos nunca se autorizaron. En la comitiva venían el representante Bill Siddons, sus novias, esposas y el periodista Jerry Hopkins, biógrafo de Morrison, quien cubría la gira del disco Soft Parade para Rolling Stone. En su crónica se carga a las autoridades mexicanas.

En todos los niveles de gobierno existía la orden de prohibir cualquier reunión juvenil por temor a disturbios. La solución fue el Forum de los Hermanos Castro, un club privado para mil personas en Avenida Insurgentes 899, donde se presentaban espectáculos musicales con cena incluida. Un lugar para gente de cartera abultada y código de vestimenta formal. Pero los Doors fueron los últimos en enterarse, ellos iban a tocar ante un público jipi en la Plaza de Toros. Fue como una patada en los huevos a la mexicana, tocaron de malas con la promesa incumplida de cerrar en el Auditorio Nacional; $700 pesos la entrada, los teloneros fueron la Orquesta de Leo Acosta y Pop Music Team.

Las reseñas señalan que el público eran juniors sureños ajenos al rock bebiendo refrescos, mientras los Doors les tocaban en la cara. Morrison iba irreconocible con 15 kilos de barriga, barba larga y pelo revuelto, en su performance de santo bebedor: “Buenas noches, señores y señoritas”, iniciaba, ante de presentar al grupo como Juan Densmore, Ramón Manzarek y Roberto Krieger. Él era El Che Guevara. El setlist fue breve, pero contundente: “Five to One”, “When the Music’s Over”, “Break On Through (to the Other Side)”, “Touch Me”, “Light My Fire” y “The End”.

Alfredo Díaz, el hijo del presidente Gustavo Díaz Ordaz, se apuntó como guía de turistas para llevar en limusina a los Doors al Museo de Antropología, la Lagunilla, la Plaza Garibaldi y Teotihuacán, donde Morrison tenía una cita con Quetzalcóatl: the snake, he’s long, seven miles / ride the snake / he’s old and his skin is cold. También fueron a la Terraza Casino a escuchar a Javier Bátiz, quien ya era compadre de Morrison. Además de inspirar la canción del Tri, “Abuso de Autoridad”, la leyenda urbana dice que la noche del 30 de junio, Alfredo se hizo una fiesta de cumpleaños en Los Pinos e invitó a los Doors a beber y a drogarse. A medio reventón les cayó el mismísimo presidente que había ordenado la masacre de estudiantes y los corrió a todos. 

Morrison regresó en 1970, invitado por Olmos a un concierto de Tower of Power y Kimberly en el Quid. Palomeó y dio el costalazo sobre la batería. Algunos Doors también tocaron en México en 2004, Ray Manzarek y Bobby Krieger vinieron con el cantante Ian Astbury. Y en 2009, Manzarek al fin tocó en la Plaza de Toros México, en la gira Riders on the Storm, para celebrar sus setenta años.