No es tan emocionante

Curb Your Enthusiasm es la serie de HBO protagonizada, escrita y producida por Larry David, quien fuera cocreador y productor de Seinfeld, y que ahora en esta sitcom habla de su propia vida cotidiana en Los Ángeles; los diálogos son improvisados, grabados por una cámara portátil y en cada capítulo hay actores invitados, amigos de Larry, quienes conversan “sobre la nada”, con un humor ácido, cínico y “políticamente incorrecto”. Daniel Herrera nos habla de la evolución que ha tenido este “falso documental”

Curb Your Enthusiasm
Curb Your Enthusiasm Foto: HBO

Cuando descubrí Seinfeld, allá por mi adolescencia, justo cuando Friends y otras sitcoms dominaban el mundo de la televisión por cable, me sucedió lo que le pasa a muchos hombres con personajes masculinos enfermizos: sentí identificación. En lugar de admirar a personajes como Tyler Durden o Tony Montana o Alex DeLarge, yo sentía afinidad con George Costanza. No era Kramer mi personaje favorito, sino el neurótico, fanfarrón y fracasado quien mejor me caía. Incluso veía en mí algunas de sus características. Por fortuna, crecí en otro sentido pero siempre me agradó Costanza.

Pasaron años antes de enterarme que Seinfeld fue creado y escrito en colaboración con el protagonista y Larry David. Su amigo, también comediante, con quien tiene una amistad desde finales de los setenta, es el alter ego de Costanza.

Si mi personaje favorito de unos de los más grandes sitcoms de la historia de la televisión era el alter ego de Larry David, necesariamente tendría que seguir el trabajo de éste.

Lo que siguió fue otra serie sobre nada, donde nadie aprende nada y nunca nadie cambia su actitud hacia la vida: Curb Your Enthusiasm.

La traducción literal de este título sería “frena tu entusiasmo”. Yo lo podría traducir a algo así como: “no es tan emocionante”. Una frase que destruye todo falso optimismo y alegría y que cataloga a quien la usa como un amargado.

Aunque las tramas de la serie están escritas previamente, los diálogos de todos los personajes son improvisados. Esto refleja una serie fresca

NACIDO DE UN ESPECIAL de una hora en 1999, poco después del final de Seinfeld, en ese falso documental, Larry y sus amigos son seguidos por cámaras. Un año después, la serie nacería con un estilo distinto a la famosa serie de su amigo. En este caso, David recurrió a una cámara en hombro, pero los personajes no interactúan con las cámaras. Aunque las tramas de la serie están escritas previamente, los diálogos de todos los personajes son improvisados. Esto refleja una serie fresca y cuyos personajes pueden exagerar sus actuaciones en poco tiempo. Algo que no funcionaría en otro tipo de géneros es por completo efectivo en la comedia.

Para quienes la televisión no es fundamental para su vida como lo es para mí, explicaré aquí rápidamente de qué se trata la serie: vemos a Larry David pasar el rato. Fin.

Seré más específico, Larry David disfruta pasar el tiempo en su oficina y jugando golf, pero como eso no puede resultar en una serie, tiene que salir a la calle, comer con amigos y lidiar con su incapacidad para entender las convenciones sociales aceptadas y hacer entender a los demás las actitudes que sí deberían ser aceptadas por la sociedad. Además, Larry hace chistes constantemente, un humor incómodo para la mayoría de quienes casi nunca se ríen de lo que dice. Esto lo lleva a siempre ser mal interpretado y termina explicándose o disculpándose por actitudes interpretadas como malvadas o inmorales cuando él sólo quería que los demás comprendieran que están equivocados.

La serie que surgió hace 24 años llegó a su final en su decimosegunda temporada con un Larry David y amigos bastante envejecidos y un humor cínico, ácido y negro intacto a pesar de los tiempos de ultra corrección que vivimos.

CURB YOUR ENTHUSIASM fue evolucionando en su humor conforme la sociedad estadunidense se hacía más sensible. Es obvio que algunos chistes del 2001 ya no se pueden hacer en el 2024.

Pero David, en lugar de hacer una copia defectuosa de su propia serie, lo que hizo fue darle vuelta a la posible censura moral. Su humor siguió siendo ácido y negro, pero supo masticarlo para el público actual. Algo que admiro porque viene de un anciano de 76 años que no se quedó atrapado en el pasado.

Para comprender esta serie, después de ver las doce temporadas que se transmitieron a lo largo de todo este siglo, he decidido dividirla en tres partes. La primera va de la primera temporada hasta la sexta. La segunda incluye la séptima y octava temporadas. Y la tercera parte de la novena hasta la decimosegunda.

La división es arbitraria, por supuesto, pero lo distingo de esta forma. En la primera sección el humor gira alrededor del matrimonio de Larry y Cheryl. Esto se rompe más o menos en el momento en que aparece el actor J.B. Smoove como Leon Black. Este personaje se convertirá en la pareja de Larry. Una pareja heterosexual y más funcional que la relación con su esposa. Esto desaparecerá cada vez que Seinfeld aparece. El verdadero espejo de Larry es Jerry. Por eso se vuelve fundamental en el último capítulo de la última temporada. Nadie como Seinfeld para entender por qué David ve el mundo como lo ve y arreglar el final de la serie como no lo hizo en la propia allá por 1998.

La segunda son dos temporadas porque después de esas dos hubo un largo hiato desde el 2011 hasta el 2017. Algo cambió en ese periodo, además de que los protagonistas envejecieron en serio. Pienso que las últimas cuatro temporadas tienen un humor más fino. Luchan contra el momento histórico que se estaba viviendo y deciden seguir burlándose de todo, el asunto es que deben hacerlo con más inteligencia.

No quiero decir aquí que el resto de las temporadas no sean inteligentes, sino que a partir de ese momento el humor es más complejo, quizá las mentes obtusas nunca entendieron de qué se estaba burlando realmente Larry. Por fortuna es posible desentrañarlo refinándose las doce temporadas completas una vez más.