El fenómeno musical de la semana pasada fue Peso Pluma, el cantante tapatío de corrido tumbado o belicón, que se colocó en el número uno del Top Global de Spotify con la canción “Ella baila sola”. A los veintitrés años, con cuatro álbumes y una veintena de sencillos, Peso Pluma es el primer mexicano en llegar a esa posición y en el ascenso destronar a Miley Cyrus y a Bad Bunny, con casi siete millones de reproducciones en la lista de popularidad mundial. También tiene el tercer lugar con “La Bebe” y cinco sencillos en el Hot 100 de Billboard. Su fusión narca de corrido y trap urbano le puede zafar la cadena a algunos desde el sonsonete, pero no a sus más de treintaitrés millones de escuchas al mes.
Música local que asciende a la cima del entretenimiento global como una ráfaga de balas. En gustos se rompen géneros y en México se parten madres. Nuestro gusto musical es un misterio que el INEGI midió en su célebre estadística de 2021. En porcentajes, lo más escuchado en el país fue la banda / norteña / grupera / sierreña (Mujeres: 22.23, Hombres: 24.42), las baladas románticas (M: 20.48, H: 14.38), los ritmos tropicales (M: 14.46, H:11.03) y la regional mexicana, en la que se anota Peso Pluma (M: 8.55, H: 12.56). Al presentar su compañía, Double P Records, la llamó “internacional mexicana”.
El cantante de corrido tumbado se colocó en el número uno Global de Spotify con Ella baila sola
Aquí nuestro gusto da un salto radical hacia el otro extremo del cuadrante: música clásica (M: 7.56, H: 7.17), seguida por el pop (M: 10, H: 4.08). El rock se encuentra justo a la mitad (M: 3.69, H: 8.71), encima de la “música versátil” (M: 5.46, H: 3.67) y el reguetón (M: 3.86, H: 2.83). Comprobada la falsedad de aseverar que el reguetón mató al rock. Le siguen el hip-hop (M: 1.08, H: 4.74), la música electrónica para bailar (M: 1.41, H: 3.14) y el blues / jazz (M: 0.86, H: 1.62). Finalmente, el género menos escuchado en México es el heavy metal (M: 0.37, H: 1.67). Nuestro gusto musical dice mucho del país.
En febrero se canceló a un grupo de black metal por satánicos y nazis, luego leo el porcentaje de metaleros en México y dan ternura. Los panditas son la minoría de esa minoría, apenas unos miles. Entonces escucho el corrido bélico de Peso Pluma, su coto rural de narquillo urbano tiktokero, y se me enfría la moronga al pensar que una mayoría de compatriotas aspiran a vivir la vida narca o disfrutan sus gustos matones, que ascendieron al taste internacional gracias a Peso Pluma, sus patrocinadores, TikTok y Spotify. Ahora es como la sinsemilla y el fentanilo sinaloense: pura calidad de exportación.