Para Edna Aponte
EN EL HUERTO
el primer aceite la primera sangre
lenguaje de las aves y los olivos
ahí donde alguna vez
se fue uno con el viento
y otro
con la luz calcinada del cacimbo
pero la mente poco sabe
cuando el hecho fija su ocurrir
y ya sin refugio da tumbos
buscando aquello que la libere
porque no atina a resolver
si lo vivido es una moneda
que se le ha caído por descuido
para perderse entre los días
o si las piedras son olivos o aves que imagina
mientras en otra ciudad
la lluvia doblega los ventanales
Aterida mira la noche acompañar su trastabille
porque quizá hubiera sido mejor
escuchar el chisporroteo de la vela acariciar
las sombras de las aves y los olivos
Quizá entonces hubiera sido posible comprender
esa habla que sube por las raíces
y saber dónde es que duerme el agua
desatando la corola de la rama
Quizá el hubiera
(esa rojedad oculta entre sus hojas)
detuviese su mancha en el tajo que se abre
y pudiera el miedo ser un ramo marchito
o el desasosiego un olvido.
LA PALABRA SIMPLE escapa tu boca
que quisiera atraparla para decir
flor tálamo enjambre
aquella que es una notación de nubes
la que se diluye en la minucia
por ejemplo
la servilleta con la que secas las manos
después de lavar la culpa
con la claridad de la razón
A veces dudas
y crees que hubiera sido sencillo pronunciar
el monosílabo de la negación
pero su sonido no encontró cauce en tu voz
y hoy te preguntas quién selló tus labios
como si en la conjugación verbal del haber
todavía fuera posible escapar la fatalidad.
MARIANA BERNÁRDEZ (Ciudad de México, 1964), poeta y ensayista con estudios de posgrado en Letras Modernas y en Filosofía, imparte seminarios sobre poesía y conocimiento. Su libro Angostura: En defensa del leer fue publicado en 2021.