Al ritmo del consumidor

LA CANCIÓN #6

Iggy Pop
Iggy PopFoto: Cortesía del autor
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Las plataformas de entretenimiento no me quieren. Spotify me canceló hace dos años porque mi tarjeta se venció y no volví a contratarlo. Netflix acaba de hacer una limpia de usuarios con pantallas que cumplen diez años. La mía es de ésas, se ve y se oye bien, no tiene ni un rasguño, pero ya no es digna de Netflix. Cancelé la cuenta y tampoco pienso renovarla. Tampoco compraré otra pantalla, al menos por el momento. Entonces me quedó el YouTube en modo televisión y fue como regresar a la tele abierta con sus comerciales en mitad de la acción. Dos spots me jalaron por la música, productos que se anuncian para treintañeros con rock de los años setenta y ochenta. Qué raro, ¿por qué no usarán canciones actuales?

Uno es de la cuenta y las tarjetas Nu, del Nubank, que se dirige a personas que gastan en viajes, moda y compras. Aparece un cuate en su departamento, todo es nuevo y está embalado en plástico de burbujas. Las empieza a tronar con placer. Así de bien se siente tener cuenta Nu. Siente la era Nu. Mientras sucede suena “New Sensation” de INXS, el tercer sencillo de su disco más exitoso, Kick (1987), un estupendo álbum de pop. Es un recurso muy facilón y redundante engarzar el jingle con el nombre del producto, la idea y el texto del comercial. Es el viejo perro-perro de la creatividad publicitaria: si ya ves al perro en la foto, para qué lo escribes en el encabezado y el texto. Aquí la música remite de una patada a los años ochenta y trasmite la sensación contradictoria de estar en el pasado, nada nu. Flojearon los creativos o pudo haber sido la idea impuesta por un cliente forever young.

EL OTRO ES DEL DETERGENTE LÍQUIDO Persil acción profunda, se fueron al extremo. Unos niños dibujan, juegan, comen y se ensucian. Aparece la madre que lava la ropa de sus bendiciones. El arma secreta de mamá. Persil acción profunda contra manchas imposibles. Esto sucede a ritmo de “Lust for Life”, la célebre canción de Iggy Pop, del disco producido por David Bowie en 1977. Un clásico. ¿Qué tienen que ver el desenfreno juvenil setentero con un detergente? Nada, pero les funcionó por el ritmo y el riff divertido. Una vez hicimos un jingle para el papel higiénico Regio con “Friggin in the Riggin” de los Sex Pistols. En otra ocasión hicimos uno para Fanta con “I Wanna Be Sedated” de los Ramones. La última vez que lo hice fue para un comercial de Aeroméxico, usamos la original “Happy Together” de las Turtles. Un jit publicitario.

Pero no deja de ser paradójico que el jingle sea de Iggy Pop —a quien demandaron años ha, por arrancar los banners de Pepsi que patrocinaba el concierto—, porque tiene una canción muy buena llamada “Supermarket”, del disco Skull Ring (2003), en la que dice eso: todos somos productos sentados en el supermercado con algún logotipo en la espalda. Con razón el otro día me sorprendí empujando mi carrito por los pasillos del Soriana, cantando las canciones del sonido ambiental: “Don’t Get Me Wrong” de Pretenders, “Whip It” de Devo, “Love Will Tear Us Apart” de Joy Division… algo tiene la música que me hace un consumidor feliz.