La música es como el pulso de la humanidad, cada época, sociedad y religión tienen sus ritmos y sonidos. De eso se trata 200 discos chingones del rocanrol mexicano, el libro compilado por David Cortés y Alejandro González Castillo que convocó a cincuenta y ocho colaboradores del periodismo, la música, la investigación y la literatura, para armar un documento hecho por puro amor a la música.
A la edición anterior, 100 libros esenciales de rock mexicano, agregaron cien reseñas bajo un título que por azares del ritmo le queda chico. El rocanrol sólo es uno de los géneros que se abordan desde 1960, el año de las primeras reseñas sobre las producciones de Discos Orfeón, del fallecido Rogerio Azcárraga, que introdujo el rock en México a través del radio y la televisión. Entre estas páginas suena blues, jazz, reggae, ska, sicodelia, heavy metal, punk, electrónica, hip-hop, rupestre, fusiones, garage, surf, stoner y, como apunta González Castillo, mariachi-thrash-metal con jarana y la chingada.
[Es] un libro de consulta para interesados en estos capítulos de nuestra historia musical
Se atraviesan seis décadas en vinilos, casets y discos compactos, clasificados con fotografía de portada, disquera y año de producción. La mayoría son discos de los ochenta, los noventa y los dosmiles, las décadas de la apertura y el boom del rock en español. Una travesía periodística que lleva la reseña —considerada un género menor— hacia otras lindes. No pretende trazar una línea histórica del rock nacional y anexas, sin embargo lo consigue. Se convierte en un libro de consulta e investigación, indispensable para interesados en estos capítulos de nuestra historia musical, como una guía para adentrarse en un laberinto de discos y descubrir, con el filtro del tiempo, algo de lo que se ha hecho. La ventaja es que ahora es posible escucharla en línea porque buena parte ya no se encuentra en formato físico.
Las reseñas no sólo proporcionan el punto de vista musical, incluyen el contexto del momento en el que un disco vio la luz y sus efectos. La música puede percibirse como los sonidos de esas décadas tragicómicas, con todos los cambios y sucesos que nos han formado y marcado desde hace sesenta años: los sexenios políticos, los movimientos sociales y las modas, el dos de octubre, Avándaro, el Halconazo, el temblor del 85, las crisis y devaluaciones, el neoliberalismo, el zapatismo y el narco. El libro fue publicado por Rhythm & Books, la editorial de la querida Elena Santibáñez, con un diseño estupendo de César Caballero Arango. Insisto, el periodismo musical es la resistencia del rock escrito.