Scuttlers: delincuentes juveniles

En los orígenes de las pandillas juveniles inglesas que surgieron durante el siglo XIX, como trasfondo o consecuencia de la Revolución Industrial, se encuentran no sólo los Peaky Blinders, hoy recordados por una exitosa teleserie, sino también sus predecesores, los Scuttlers, quienes anticiparon una identidad a partir del culto a la violencia, así como la defensa grupal y territorial que perdura desde entonces, bajo modalidades cambiantes, entre los olvidados por la prosperidad del Reino Unido.

Scuttlers: delincuentes juveniles
Scuttlers: delincuentes juveniles Foto: Fuente: beyondsense.net

Desde los últimos años del siglo XIX, dos décadas antes de que los Peaky Blinders se hicieran famosos por las fechorías que cometieron entre 1890 y 1910, hay registro de los Scuttlers, también llamados “delincuentes juveniles”. Alrededor de 1870, durante la Época Victoriana, en Manchester y su periferia comenzaron a surgir grupos de adolescentes cuya finalidad era hacerse notar por las calles húmedas y sucias, sin importar las consecuencias que tuvieran sus robos o peleas campales. Los burgueses, ajenos a las franjas de extrema pobreza y a todo aquello que acarreaba estar en lo más bajo del estatus social, los consideraban “peligrosos para la sociedad” por su estirpe obrera, por la forma en que vivían en pocilgas que apestaban al humo de las fábricas.

El nombre de los scuttlers viene de scuttling, como se llamaron las batallas campales entre pandillas juveniles que trataban de desprenderse del aburrimiento, principalmente en suburbios industriales de la zona norte y oeste de Manchester como Bradford, Gorton y Stafford, donde había más bares, burdeles y mucho más hambre que cualquier otra cosa.

SU VAGANCIA PUDO DEBERSE a un pasado que marcó la Guerra Anglo-Afgana —conocida por los británicos como “el desastre en Afganistán”—, así como por la esclavitud de niños y adolescentes en fábricas; era normal que trabajaran sin ver la luz del día. Igualmente, por la falta de oportunidades que enfrentaron en un momento en que las máquinas reemplazaron a miles de trabajadores con entornos familiares rotos que dejaron huella en sus vidas y su futuro.

Aquellos adolescentes se distinguían por las prendas de vestir que iban a comprar con sastres judíos. Para resaltar entre la muchedumbre llevaban pantalones acampanados, cinturones de hebillas gruesas que usaban como armas, zapatos de casquillo, pañuelos de seda que envolvían en el cuello y viseras que dejaban ver sus cortes de cabello estilo donkey fringe,1 popular entre la juventud proletaria.

Con ese look estrafalario e inventado por ellos mismos, esta subcultura emergió con sus normas y códigos propios. Los adolescentes vivían un culto extremo por la violencia, que los convirtió en referentes no sólo de los Peaky Blinders que vendrían después, sino también de otras modalidades pop del Reino Unido, como los Drugos2 de La naranja mecánica, los Teddy Boys,3 los Mods,4 los Skinheads5 y el fenómeno del hooliganismo dentro del futbol. No obstante, este tipo de delincuentes juveniles que surgieron más tarde, en la miseria de la periferia y bajo los escombros de la Segunda Guerra Mundial, ya tenía una influencia muy marcada del cine, la música y otras expresiones de la cultura estadunidense.

Los Scuttlers fueron mal vistos por el gobierno, la iglesia, la gente privilegiada y sin ninguna noción de la vida profunda en las cloacas

Por lo tanto, no parece disparatado afirmar que durante el apogeo de la subcultura más temida y previa a los Peaky Blinders, cualquier barrio obrero contaba con su propia pandilla. Nombres como los Bengal Tigers, los Meadow Lads, los Gray Mare Boys solían estar en las esquinas de sus calles armados con cuchillos, listos para defender su territorio. Algo así ocurrió en mayo de 1890, fecha en la que sucedió la batalla campal más grande: 500 adolescentes lucharon unos contra otros.

SU MAYOR DISTINTIVO era el arrebato que los poseía al llegar la hora de luchar. Con sus armas blancas, se concentraban en herir sin remordimiento alguno a los contrarios. Las muertes eran poco comunes, por lo que mutilaciones y grandes cicatrices en los rostros eran el daño principal que buscaban hacer para causar temor y respeto.

Desde aquellos años, los Scuttlers, como pasaría después con cualquier subcultura del Reino Unido y otras partes del mundo, fueron mal vistos por el gobierno, la iglesia, los medios de comunicación, la gente privilegiada y sin ninguna noción de la vida profunda en las cloacas. Con ese pánico moral inscrito en la sociedad, las cárceles se llenaron de jóvenes que cumplían condenas como héroes del lumpen, lo que sólo conseguía que las pandillas se acrecentaran, ya que se glorificaban sus hazañas.

Así fue hasta que las autoridades y algunos religiosos inventaron programas educativos, al mismo tiempo que se usó la represión para disuadir a estos grupos. Pero en cuanto aparecieron clubes juveniles que invitaban a participar a cualquier pandillero, comenzaron a promover que ocuparan su energía en actividades de provecho como el boxeo y otros deportes. Incluso el futbol conectó entonces con la historia de las subculturas, cuando el St. Mark’s Athletic Football Club —hoy conocido como Manchester City, uno de los equipos más populares alrededor del mundo— dedicó su tiempo para terminar con las batallas campales y los actos delictivos, uniendo a jóvenes de distintos barrios conflictivos para que se divirtieran pateando un balón.

Sólo me queda imaginar a esos alborotadores. Si las plataformas de streaming ya hubieran existido en aquel tiempo lejano, los Peaky Blinders estarían en segundo término. Y sobre los Scuttlers habría más información y la cultura pop sería distinta.

Notas

1 Corte de flequillo.

2 Amigos de pandilla, como se les llama en la novela que Anthony Burgess publicó en 1962, La naranja mecánica, llevada al cine por Stanley Kubrick en 1972.

3 Surgieron en la década de los cincuenta en el Reino Unido. Vestían como en la Época Eduardiana. Gustaban del rock & roll y son antecesores del movimiento rockabilly.

4 Surgieron a finales de los años cincuenta en el Reino Unido. Vestían trajes italianos hechos a la medida. Escuchaban y bailaban jazz, soul, ska y R&B. También solían usar y vender tanto anfetaminas como mariguana.

5 Surgieron a mitad de los años sesenta en el Reino Unido. Vestían ropa de obreros con botas, tirantes, pantalones de mezclilla y camisas; lo que solía distinguirlos es que iban rapados. Escuchaban y bailaban con inmigrantes jamaicanos reggae y ska.

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