Seguimos con el culebrón de Live Nation / Ticketgangster / Ocesa y los capítulos recientes permiten imaginar conciertos sin ellos. En Estados Unidos y México han recibido estupendos reveses con los que se vislumbra un futuro más justo para los músicos y el público. Lo que se busca allá y acá es que estas empresas desaparezcan, que los espectáculos en vivo dejen de tener un solo dueño.
El gobierno gringo dio el visto bueno para que Live Nation comprara a Ticketgangster en 2004. Pero en mayo de 2024, el Departamento de Justicia de Estados Unidos demandó a Live Nation Entertainment y pidió su disolución por ser el monopolio de la industria de los espectáculos en vivo. Live Nation controla los conciertos, las entradas (con sus cargos, conocidos como el “Impuesto Ticketmaster”), las preventas, ventas y reventas, las salas de conciertos y festivales, a los artistas, a los patrocinadores y la promoción. El Departamento de Justicia también ha demandado a otros gigantes por violar los términos y condiciones, modificarlos y ampliarlos. Live Nation, además, somete y amenaza.
Lo que detonó la demanda fueron los millones de afectados durante la gira Eras Tour de Taylor Swift. Allá demandaron masivamente porque “nadie los quiere”, dice un asistente regular a conciertos.
POR EL FRAUDE DE BAD BUNNY en diciembre de 2022, Ticketgangster tuvo que desembolsar más de 18 millones de pesos. Además, en abril de 2024 fue obligado a pagar 3.4 millones de pesos a los afectados que entablaron la demanda #AcciónColectiva a través de la Profeco, por el reembolso de las entradas a conciertos cancelados entre enero de 2020 y diciembre de 2023. Esa cifra es una rebaba de lo que realmente se transaron, la cosa es que no todos los afectados demandaron, los que sí recibieron el costo, más los cargos y una bonificación. Si fue por covid, sólo se reembolsó el costo. Esto encendió las alarmas en Ocesa y Ticketgangster.
LE ARDIÓ TANTO A LA BOLETERA, que salió con su batea de babas al incluir una cláusula en su página antes de realizar la compra de boletos para el Corona Capital: “Al continuar con tu compra, hacemos de tu conocimiento que podrá existir la posibilidad de inasistencia de algún o algunos de los participantes (artista) del Festival, por lo que ante dicho supuesto no existirá reembolso de los boletos adquiridos”.
La cláusula incendió las redes. Al día siguiente, la Profeco le dio un zape guajolotero: “Emitimos medida precautoria a Ticketmaster para que en 48 horas suspenda la negativa de reembolso por la posibilidad de inasistencia de algún o algunos de los artistas anunciados para un festival. Recuerda que tienes derecho a: Costo del boleto + Cargos por servicio + Bonificación no menor al 20% por el monto pagado. Si resultas afectado por esta empresa, tienes hasta un año de plazo para presentar tu queja con nosotros”. Aplausos.
Pero el baile de las fases, los precios y los robos persisten en la venta del Corona Capital, según consta en las redes.
Lo de siempre, CHTM y VT ALV, TKM.