Ilustración Carlos López La Razón
Ayer a las 10:30 de la mañana el mundo del espectáculo se vistió de luto. Donna Summer, la reina de la música disco, que entregó su vida en la pista de baile con sus singulares vestidos cortos llenos de brillantes, falleció a los 63 años en Florida a causa de cáncer de pulmón.
Quien descubriera su talento y pasión por la música dentro del coro de una iglesia de Boston logró colocarse en los primeros lugares de popularidad con el éxito “I feel love” (1977), tema en el que se escucha la voz de la intérprete, en una serie de ligeros gemidos, acompañada de arreglos orquestales que consiguieron impactar a su público americano.
Con una talentosa voz y la esencia con la que interpretó cada uno de sus temas, Summer fue capaz de cambiar el ritmo musical de los 70. Al iniciar su fama en Europa, en 1975, Donna Summer captó la atención del Reino Unido con “I love to love you baby”, pieza que, decía la cantante, era el resultado de 23 orgasmos.
“Donna Summer es una de las grandes de la historia de la música, su lugar difícilmente alguien lo ocupará, porque ya quedó atrás la época de la música disco. Fue revolucionaría porque sus canciones fueron las primeras que se editaron en discos LP con una sola canción, cosa que no había hecho nadie”, explicó en exclusiva a La Razón Jaime Almeida, crítico y especialista en música.
Con un ritmo característico que marcaba en cada uno de sus temas iniciando con baladas suaves, que de un momento a otro estallaban en sintetizadores, creó un nuevo sonido de la música disco. Así regresó a la Unión Americana con su álbum Bad girls, mismo que dedicó a las prostitutas y que hoy en día es el más vendido en la discografía de la cantante con cuatro millones de copias.
Ganadora de cinco Grammys, luchó contra el precio del éxito. “El peso de la fama la aplastó, se hizo adicta a las medicinas de receta, se transformó después de haber sido un símbolo sexual a una mujer recatada y renegó de haber grabado sus canciones. Y cuando dejó de hacer música disco y cambió al pop fue perdiendo una presencia contundente”, apuntó Almeida.
Con la llegada de nuevos movimientos musicales en los 80, Donna Summer intentó llevar su voz, que permaneció intacta hasta el final, a diferentes géneros, como el pop y el rock. Jamás volvió a tener el éxito que obtuvo con la música disco; sin embargo, con Gloria Gaynor y Diana Rose rompió el estereotipo de belleza anglosajona de aquellos años.