Luego de que cancelara varios conciertos por cuestiones de salud, el cantante Robbie Williams generó preocupación por una enfermedad de la que no dijo nada.
Sin embargo, tres meses después de la pausa en su gira por Moscú y San Petersburgo el artista confesó que sufrió varios síntomas que le hicieron cuestionarse si se trataba de algo grave.
Detalló en entrevista para The Sun que estando tras bambalinas sufrió fuertes dolores de cabeza, problemas para respirar y no podía dejar de babear.
Tras estos problemas acudió al médico y le realizaron diversos exámenes en donde le encontraron ciertas anomalías en el cerebro y la sangre, y que tras nuevas pruebas lo dieron de alta al señalar que ya se encontraba en recuperación.
Williams agregó que el problema de salud “me enseñó que tengo 43 y no 23” y señalo que por ello sabe que debe cuidarse más y bajarle al ritmo que lleva.
srv