Pablo Milanés, pionero de la Nueva Trova cubana, celebra sus 75 años cantando

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Foto: larazondemexico

Pablo Milanés Arias (Bayamo, Cuba, 24 de febrero, 1943) es uno de los grandes músicos latinoamericanos de los últimos 60 años (perdón por la perogrullada). De formación autodidacta —su madre lo obligaba a cantar cuando era un niño—, introdujo “un nuevo modo dentro de la canción cubana, desde inicios de la década de los sesenta, ensamblando elementos procedentes de la música universal con formas eminentemente criollas” (Helio Orovio). Posee capacidad natural para pasearse airoso, por diferentes géneros de la música popular: el bolero/filin, el son, la canción trovadoresca, la guaracha, el guaguancó, la ‘nueva canción’, el danzón, la guajira, el bolero mexicano, el joropo, la bomba, la plena, el changüí...

Bolerista de fraseo privilegiado: sus interpretaciones de algunas piezas del filin (“Novia mía”, “Si me comprendieras”, “Palabras”, “Deja que siga solo”, “Tu no sospechas”...), son excepcionales: Milanés ha sabido conjugar con inteligencia, algunas inflexiones de José Antonio Méndez, Beny Moré, Pacho Alonso, Vicentico Valdés, Ignacio Villa y Antonio Machín, hasta convertirse en un vocalista de imaginativa y elegante alocución.

El más sonero de los fundadores del Movimiento de la Nueva Trova cubana, tiene en su haber trabajos discográficos con algunas de las grandes leyendas de nuestra música tradicional (Compay Segundo, Octavio Sánchez Cotán, El Albino Luis Peña…). En la serie de tres volúmenes “Años” (1981), incluyó canciones y sones de Bienvenido Julián Gutiérrez, Garay, R. Ruiz, M. Matamoros, Repilado, Pichardo y E. Delfín en un rescate que podría considerarse antecedente del boom Buena Vista Social Club.

Su amplia tesitura vocal le permite desplazarse con soltura de la voz prima a la segunda: sus duetos con cantantes de diferentes estilos (Repilado, Serrat, Ana Belén, Senante, Buarque, Cuní, Lilia Vera, Víctor Manuel, Silvio Rodríguez, Mercedes Sosa...) resumen momentos perdurables  guardados con recelo en nuestra memoria musical.

Milanés tiene afán por cantar entre amigos, de regalar y compartir canciones, de ese empeño nacieron Querido Pablo (Ariola, 1985) —producción del español Víctor Manuel con arreglos y dirección orquestal del tecladista Geoff  Westle— y Pablo Querido (Universal Music, 2002) —producción de Felipe C. Radrigán y dirección musical del violinista Dagoberto A. González— como reflejo en el espejo del anterior, quizás con más pretensiones en su realización y con 19 canciones interpretadas al alimón : Los Van Van, Gal Costa, Fito Paez, Ricardo Arjona, Milton Nascimento, grupo Illapu, Tania Libertad, Soledad Bravo, Joaquín Sabina, Pancho Céspedes, Manzanero, Eugenia León Caetano Veloso, Lucecita Benítez, Marco Antonio Muñiz, Ivan Lins, Alberto Cortéz, Charly García y Fer Olvera (Maná).  / Dos producciones discográficas que son dos momentos clave del cancionero latinoamericano; la convocatoria del autor de “Para Vivir” logra reunir a este grupo de talentosos cantantes para celebrar en grande con palabras introductorias, escritas y dichas por el Nobel García Márquez, un guateque de tensos filigranas donde palabra y melodía parcelan sus fundamentos.

El hijo de Bayamo es un aglutinador de ternuras y estos trinos de voces rinden deferencia a un segmento reciente de nuestro cancionero desde los límites, espacios y tiempos de un músico que se asoma hace más de 60 años, a nuestras ventanas y nos hace correr las cortinas para que el mundo y sus ardores entren a nuestra casa con cordial desnudez.

Figura crítica que ha cuestionado en los últimos años al régimen de La Habana, celebra por estos días 75 años de vida. “El tiempo pasa / nos vamos poniendo viejos / el amor no lo reflejo / como ayer”, expresa una de sus más hermosas composiciones, “Años”: pero para Pablo, el tiempo —uno de los argumentos recurrentes de sus coplas— ha sido una “experiencia de formación y consideraciones de ideas. Me renuevo cada mañana, tomo la guitarra y la melodía brota y se agazapa en palabras de anhelante critica conmigo mismo y hacía mi entorno. Cada vez que canto, donde quiera que sea, lo hago pensando en Cuba y en su destino”, ha dicho el autor de “Amor”.

Su hija lo hace renacer con Amor Deluxe

[caption id="attachment_705294" align="aligncenter" width="1068"] Foto: Especial[/caption]

Pablo Milanés cumple 75 años sin intención de bajarse de los escenarios ni poner punto final a décadas de canciones convertidas en himnos, que renacen ahora en Amor Deluxe, nuevo álbum en el que su hija Haydée reúne a una lista “suculenta” de invitados para homenajear la obra de su padre.

“Si me preguntaras cómo quiero morir, te diría que sobre un escenario”, ha confesado Milanés, quien llega a este nuevo aniversario muy comprometido aún con su legión de seguidores, a quienes ofrecerá próximamente varios conciertos en España.

Desde muy joven comenzó una carrera llena de éxitos en la que fundó el movimiento de la Nueva Trova Cubana junto a Silvio Rodríguez y Noel Nicola. Pablo, como se le conoce simplemente, se convirtió en el autor de varias de las canciones de amor más escuchadas y cantadas de la historia, como “Yolanda” y “El breve espacio en que no estás”. Asiduo a la recién creada Casa de las Américas de La Habana, regentada entonces por Haydée Santamaría.

YOLANDA

Esto no puede ser no mas que una canción

Quisiera fuera una declaracion de amor

Romantica sin reparar en formas tales

Que ponga freno a lo que siento ahora a raudales

Te amo

Te amo

Eternamente te amo

Si me faltaras no voy a morirme

Si he de morir quiero que sea contigo

Mi soledad se siente acompañada

Por eso a veces se que necesito

Tu mano

Tu mano

Eternamente tu mano

Cuando te vi sabia que era cierto

Este temor de hallarme descubierto

Tu me desnudas con siete razones

Me abres el pecho siempre que me colmas

De amores

De amores

Eternamente…

PARA VIVIR

Muchas veces te dije que antes de hacerlo

Había que pensarlo muy bien

Que a esta unión de nosotros

Le hacía falta carne y deseo también

Que no bastaba que me entendieras

Y que murieras por mí

Que no bastaba que en mi fracaso

Yo me refugiara en ti

Y ahora ves lo que pasó

Al fin nació, al pasar de los años

El tremendo cansancio que provoco ya en ti

Y aunque es penoso lo tienes que decir

Por mi parte esperaba

Que un día el tiempo se hiciera cargo del fin

Si así no hubiera sido

Yo habría seguido jugando a hacerte feliz

Y aunque el llanto es amargo piensa en los años

Que tienes para vivir

Que mi dolor no es menos y lo peor

Es que ya no puedo sentir

Y ahora tratar de conquistar

Con vano afán este tiempo perdido

Que nos deja vencidos sin poder conocer

Eso que llaman amor

Para vivir

Para vivir

YA VES

Ya ves

y yo sigo pensando en ti

como ave

que retornará

ya ves

y yo sigo pensando en ti

Ya ves

y yo sigo pensando en ti

aunque sepa

que después te irás

ya ves

y yo sigo pensando en ti

Una gota de lluvia

en mi alma cayó

una hoja de otoño

en mi pecho durmió

mas

un rayo de sol

se negó

a acompañarme

por mi estrecho sendero sin luz

y que yo siga

pensando en ti

Ya ves

y yo sigo pensando en ti

como ave

que retornará

ya ves

y yo sigo pensando en ti

Ya ves

y yo sigo pensando en ti

aunque sepa

que después te iras

ya ves y

yo sigo pensando en ti

AÑOS

El tiempo pasa,

nos vamos poniendo viejos,

el amor no lo reflejo, como ayer,

en cada conversación,

cada beso, cada abrazo,

se impone siempre un pedazo de razón.

Pasan los años,

y como cambia, lo que yo siento,

lo que ayer era amor,

se va volviendo otro sentimiento.

Porque años atrás,

tomar tu mano,

robarte un beso,

sin forzar un momento,

formaban parte de una verdad.

El tiempo pasa,

nos vamos poniendo viejos,

el amor no lo reflejo, como ayer.

En cada conversación,

cada beso, cada abrazo,

se impone siempre un pedazo de temor,

vamos viviendo,

viendo las horas, que van muriendo,

las viejas discusiones, se van perdiendo

entre las razones.

A todo dices que sí,

a nada digo que no,

para poder construir,

la tremenda armonía,

que pone viejos, los corazones.

El tiempo pasa,

nos vamos poniendo viejos,

el amor no lo reflejo, como ayer,

en cada conversación,

cada beso, cada abrazo,

se impone siempre un pedazo de razón.

HOY LA VI

Hoy la vi

Y tenía un rostro ajeno al que yo amaba

El que dan unos años de no ser feliz

Hoy la vi

Y recordé la historia de un pedazo de mi vida

En que abrí la primavera bruta de mis años al amor

Hoy la vi

Y tenía un rostro ajeno al que yo amaba

El que dan unos años de no ser feliz

Junto a ti

Mi futuro de sueños llené

Logré identificar tu belleza

Y el mundo al revés

Nos miraban de muy buena fe

Nada cruel existía, si yo te veía, reía después

Desperté la mañana en que no pudo ser

No sin antes jurar que si no era contigo, jamás

Que esta herida me habría de matar

Y heme aquí qué destino que ni el nombre tuyo

Pude recordar

Hoy la vi

Y tenía un rostro ajeno al que yo amaba

El que dan unos años de no ser feliz

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