Hotel Transylvania 3: repite la fórmula por encima del ingenio

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Foto: larazondemexico

No cabe duda que el ruso-estadounidense Genndy Tartakovsky es uno de los grandes creativos de la animación contemporánea y una referencia obligada. Entre sus obras podemos mencionar Clone Wars, serie de cortometrajes que superaron en muchos sentidos a la trilogía de precuelas de la saga Star Wars que acompañaron y son muestra de su enorme capacidad para manejar los silencios, el ritmo y la grandilocuencia visual.

El Laboratorio de Dexter es un ejemplo de  la trascendencia de su estilo de vanguardia que hizo escuela; además de Samurai Jack, un portento visual en donde da rienda suelta a su ingenio usando códigos cinematográficos y diversos simbolismos para trepidantes secuencias de acción con un gran sentido del drama. Por desgracia poco de esto es lo que se puede ver en Hotel Transylvania, franquicia que hoy alcanza su tercera entrega.

La historia — inspirada en un viaje que tuvo el propio Tartakovsky— nos cuenta cómo la versión más amable del Conde Drácula, con la intención de salir de la rutina y las presiones que implican administrar un hotel, se embarca junto con su hija, nieto, yerno y compañía en un viaje en crucero por Ibiza, el Caribe y el triángulo de las Bermudas.

Esto por supuesto le lleva vivir una inesperada aventura, en donde se volverá a ver la cara con un viejo enemigo y de paso a encontrará una nueva razón para que su corazón de vampiro vuelva a latir

El Dato: La primera entrega de Hotel Transilvania fue en 2012, teniendo críticas que aclamaron la animación y dirección, pero no el guión.

Aprovechando que ya están hechas las presentaciones, tanto de los protagonistas como del universo al que pertenecen, el director se permite mayores libertades a la hora de elaborar los insólitos escenarios, así como de ofrecer situaciones plagadas de referencias a los películas clásicas de monstruos y misterio en la comedia televisiva estadounidense, incluyendo algunos juegos visuales con respecto a las habilidades de los personajes, cuyo diseño siguen siendo encantador.

Sin embargo eso es todo, aunque Hotel Transylvania 3: Monstruos de Vacaciones ofrece algunas novedades, tiene cierto encanto y una trama que transcurre con fluidez, no es más que un armado de ocurrencias que dan pie a algunos chistes simpáticos, pero que no alcanzan a disimular la inconsistencia del desarrollo del conflicto principal, que de por sí es bastante simple.

Se trata de un producto que convencionaliza el estilo de Tartakovsky, pensado para explotarse según los estándares del mercado y que mientras deje dinero seguirá estirándose. Diversión animada sin complicaciones eso sí, que enganchará al público infantil, pero a los adultos apenas les resultará entretenida.

Hotel Transylvania 3: Unas vacaciones monstruosas

País: Estados Unidos, 2018.

Duración: 97 minutos

Productora: Sony Pictures Animation.

Director: Genndy Tartakovsky.

Estreno: 13 de julio de 2018

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