Prince se marchó de este mundo dejando un archivo musical inmenso. El músico de Minneapolis era un trabajador incansable y registraba a detalle lo que producía en ensayos y en el proceso de escritura de sus discos.
Encerrado, a veces con sus fantasmas y a veces sin ellos, en Paisley Park, ese conjunto de estudio y local de ensayo cercano a su residencia, Prince siempre tenía una luz roja encendida y una cinta (sí, claro, una cinta) grabando. Se volvió muy quisquilloso con la industria y exigente consigo mismo, de manera que el material se iba acumulando. Sin embargo, como buen músico, era lo opuesto a un documentalista, así que en sus estantes muchas grabaciones apenas presentan alguna etiqueta con escasos datos, un título y poco más si hay suerte.
Él sabía, claro, descifrar esas grabaciones, pero se fue antes de tiempo y ni siquiera dejó un testamento. Por eso, su legado está envuelto, vaya sorpresa, en la polémica de los herederos (que están por determinar, pues hay varios aspirantes) y también por la voracidad de una industria que sabe que el autor de Purple Rain sigue siendo rentable.
“El principal criterio es que la música tiene que ser de primera, algo de gran impacto emocional y que los seguidores encuentren a la altura”
Michael Howe
Archivista oficial de Prince
Para conciliar ambas voluntades, el considerado archivista oficial de Prince, Michael Howe, logró agrupar material póstumo para la edición de “Piano & Michrophone 1983”, un álbum que aparecerá el próximo viernes con “material de primera”, informa Efe, aunque, siempre, con la incertidumbre de qué le hubiese parecido a su autor. “Es algo en lo que pienso cada día. Cuando los responsables de su patrimonio empezaron a plantearse qué podría sacarse a la luz y qué no, fue lo primero que consideramos”, explicaba Howe, quien, antes de encargarse de su legado, trabajó codo con codo con el artista como directivo de Warner, el sello que, tras años de desencuentros con Prince, edita el álbum.
Este “Piano & A Microphone 1983” (Warner Music) se publica tras el recopilatorio “Prince 4Ever” (2016), que fue el primer lanzamiento póstumo de Prince e incorporaba el tema inédito “Moonbeam Levels”. Llega también tras la polémica con la reproducción extendida “Deliverance”, cuya publicación en 2017 fue frenada por un tribunal, que consideró que las grabaciones originales de seis cortes inéditos publicadas por Ian Boxill eran ilegítimas.
[caption id="attachment_801832" align="aligncenter" width="526"] Gráfico: La Razón de México[/caption]
El álbum que verá la luz este viernes es, según Howe: “fruto de una búsqueda detectivesca” entre el inmenso caudal de piezas cuando iba tras los pasos de una grabación que durante unos años había circulado entre coleccionistas con una calidad de sonido pobre.
“Nos corrió un escalofrío por el cuerpo cuando encontramos aquel casete y lo escuchamos en el reproductor”, rememora el autor del hallazgo de una cinta que en su cara B llevaba manuscritos dos títulos, “Cold coffee & Cocaine” y “Why the butterflies”, que correspondería a un tiempo inmediatamente posterior a su álbum “The time” (1981). Seguro que sólo es el primer tesoro del fondo de este océano púrpura.
El Dato: “Why the Butterflies” y “17 días” fueron las primeras canciones en estrenarse.