Después de esporádicos, y por desgracia también fallidos intentos recientes, por fin llega a la pantalla chica una producción que no sólo entiende, sino que sabe reinterpretar los rasgos que definen y hacen única a la lucha libre, recién declarada Patrimonio cultural intangible de la Ciudad de México: la serie Por la máscara.
No es que en este caso el guionista y director Sergio Sánchez Suárez, auspiciado por la productora Turner Latin America, esté descubriendo el hilo negro, de hecho la trama no es precisamente la más original del mundo, sin embargo, lo que destaca es la manera en que logra retomar en ella cuestiones tan interesantes como distintivas de dicho deporte espectáculo, incluyendo la mezcla implícita de verdad y ficción, sin subestimarlas, ni abandonar una clara vocación por el entretenimiento.
El eterno enfrentamiento entre la tradición y la voracidad del espectáculo descaradamente prefabricado, el peso y significado de las dinastías, el momento en que la máscara comienza a consumir a quien la porta, todo esta ahí, hilvanado en un drama con tintes de comedia que transita entre las pequeñas arenas y los grandes escenarios, encontrando las convenciones que hacen creíble que un pleito incidental fuera del cuadrilátero, pueda ser resuelto con planchas, topes, llaves y otros lances, dentro de un universo marginal salpicado por la extravagancia luchística arrabalera, que incluye desde narcos y empresarios sin escrúpulos, a una peculiar variante de los zombies.
Se agradece la agilidad del desarrollo y que desde el primer episodio las líneas argumentales sean planteadas sin dar demasiados rodeos, amén de la convicción con que los actores mantienen el tono dejando que sea la evidente química entre ellos, la que le otorgue una gran honestidad a diálogos simples pero siempre con sentido, divertidos y por momentos entrañables. Mención aparte merece el detallado trabajo de producción, que recrea atmósferas que van de lo cotidiano a lo insólito, entre viejos afiches y grafiti.
Así pues, sin negar los tópicos, sino por el contrario, asumiéndolos y aprovechándolos, Por la Máscara se presenta como una más que decorosa reimaginación de la lucha libre mexicana y lo que representa dentro de la imaginería popular. El reparto que se convierte en otro de sus aciertos, incluye al experimentado Daniel Martínez, en el papel del legendario enmascarado Eclipse Vengador; al convincente Alex Perea, como un joven acomodador de autos aspirante a luchador.
Además de actores con buena presencia que han comenzado a despuntar en este tipo de producciones como Arnulfo Reyes, quien da vida al encarnizado rival del protagonista, el tremendo Pulsar. La serie se estrena hoy en exclusiva por Space y se transmitirá todos los domingos a las 11:00 horas.
fgr
