Pájaros de verano ofrece un viaje a la cosmovisión wayúu

Foto: larazondemexico

Pocas veces se ha visto en el cine o la televisión —plagada de literalidades y fórmulas fáciles—un acercamiento tan matizado, inspirado y complejo con respecto al mundo del narcotráfico y sus orígenes. Y es que en Pájaros de verano no nos encontramos con los gastados estereotipos, la violencia explícita como burda herramienta para vender o la glorificación del mundo criminal, sino con la despiadada confrontación entre el espíritu ancestral de los pueblos indígenas y el sentido de supervivencia propio del capitalismo que despierta la voracidad siempre latente en las entrañas del ser humano. Dividida en varios Cantos —cual Divina Comedia de Dante— la trama se ubica entre la década de los 60 y los 70, para contarnos cómo Rapayet, un miembro de los wayúu de la Guajira colombiana, encuentra a través del vínculo con un puñado de estadounidenses, los mecanismos para traficar con mariguana, lo que no sólo le da recursos para poder validarse y casarse con una chica mucho más joven que él y que le había sido negada, sino para enriquecerse y detonar la degradación de las tradiciones de su comunidad y su violenta autodestrucción.

El Dato: Durante el rodaje varios miembros de la producción convivieron durante nueve semanas con el pueblo wayúu; se estrena en EU en febrero 2019.

Galardonada como Mejor Película en los Premios Fénix, destaca por el montaje y la lucidez de los objetivos, que permiten un desarrollo contundente y sin desperdicio en el que las secuencias que van de la organicidad apabullante a una seductora estilización, empujan al espectador a sumergirse en un pasaje a veces febril e irresistible, a veces incómodo y choquente. A los directores Ciro Guerra y Cristina Gallego nunca les tiembla la mano al recurrir a la reconstrucción histórica como materia prima ideal para elaborar un drama de tintes shakespereanos que entre traiciones, intrigas, venganza y una muy particular interpretación del honor y la lealtad, alcanza la grandilocuencia visual que le convierte en un desgarrador lamento por la profanacion de las costumbres y los ritos ancestrales, un testimonio con sentido tribal sobre lo irreparable que se viste de relato gangsteril y en el que sus protagonistas no tienen redención. Es cierto que en algún momento se diluye la línea principal del relato y hay algunas subtramas que quedan apenas como apuntes, pero ésas son nimiedades ante la potencia, originalidad y compromiso de una propuesta que sin traicionar nunca la naturaleza de entretenimiento propia del cine —por que difícilmente alguien querrá  levantarse de la butaca ya iniciada la proyección—, encuentra la poesía de la reflexión en un testimonio casi antropológico de brutal honestidad. Es la indispensable de los estrenos en la cartelera para este fin de semana, ningún cinéfilo que se precie de serlo puede perdérsela.

Pájaros de verano

Dirección: Cristina Gallego y Ciro Guerra

Protagonistas: Natalia Reyes, Carmiña Martínez y José Acosta

Año: 2018

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