Con un breve recorrido por sus grandes éxitos, Maroon 5 sólo impresionó cuando Adam Levine, su vocalista, cantó con el torso desnudo durante la parte final del espectáculo de medio tiempo del Superbowl LIII. Aunque el show estuvo marcado por juegos de luces, fuegos artificiales y efectos visuales, quedó lejos de las presentaciones en las que destacaban los cambios de vestuario y el uso de elementos espectaculares.
En punto de las 19:07 horas (hora de la Ciudad de México), las luces del escenario, que tenía la forma de una gran letra M, se encendieron y apareció la banda estadounidense Maroon 5, que decidió iniciar el espectáculo con el tema “The big game”, de su
disco Song About Jane.
Fue con el éxito “This Love” con que la banda liderada por Adam Levine puso a cantar al público, mientras luces azules iluminaban la tarima del Mercedes Benz Stadium, en Atlanta. El vocalista de Maroon 5 sorprendió con un solo de guitarra.
Los ánimos estaban a flor de piel cuando en la pantalla aparecieron los personajes de la famosa serie animada Bob Esponja y después de un efecto visual y fuegos artificiales apareció el rapero Travis Scott, quien eligió la canción “Sweet Victory” para poner el ambiente en el estadio.
Después el escenario se iluminó de rojo y mientras Maroon 5 interpretaba “Girls like you” apareció un grupo de músicos tocando tambores y coristas afroamericanas cantaban ataviadas con una túnica azul.
Adam Levine durante gran parte del espectáculo fue cercano a las fans que se dieron cita. Al interpretar “She will be loved”, la canción más coreada y que en 2002 catapultó a la agrupación a la cima del éxito, se paseó entre el público. Sus seguidoras trataban de tocarlo y él les sonreía.
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Quien trató de darle un toque de excentricidad al espectáculo fue el rapero Big Boi, pues llegó a la fiesta musical a bordo de carro de lujo, descendió y subió al escenario. Eligió como atuendo un pantalón rojo, gorra del mismo color y un abrigo color camel.
Después de la participación de Big boi, Maroon 5 interpretó “Sugar”, sigle de su disco V. Fue en ese momento cuando Levine se quitó la chamarra deportiva y se hincó ante sus fans para cantarles de cerca.
Como todo un rockstar, Levine se quitó la playera para dejar desnudo su torso y comenzó a bailar sensualmente mientras cantaba “Moves like Jagger”. Así, con este ánimo encendido, a las 19:21 horas terminó el espectáculo.
Aunque Roger Waters los había exhortado a arrodillarse en el escenario, en solidaridad con Colin Kaepernick, esto no sucedió.
Los 13 minutos de la discordia
Cuando la política se mezcla con el deporte, normalmente éste sale sucio. Esta vez hubo un tercero en discordia: el show. Después de tanta zozobra, Maroon 5 cedió y aceptó actuar en el espectáculo de medio tiempo del Superbowl.
En la coyuntura social y política queda suspendido la negativa inicial que tuvieron los personajes, luego de estar en desacuerdo con las medidas que la NFL tuvo con Colin Kaepernick, el exquarterback de los San Francisco 49ers, quien hace años comenzó a arrodillarse durante el himno nacional como protesta por las injusticias raciales y la brutalidad policial, respaldadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Kaepernick no ha vuelto a jugar en la liga desde 2016 y se encuentra desde el año pasado en un proceso legal contra la NFL y los propietarios de los equipos.
Maroon 5, al final, dio su brazo a torcer en un evento en el que artistas como Rihanna, Pink y Nicki Minaj no quisieron participar; mientras que los raperos Big Boi y Travis Scott, lo hicieron a cambio de que la National Football League done 500 mil dólares a Dream Corps.
Eder Arreortúa