Javier Bátiz alista cátedra musical en su primer Vive Latino

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Foto: larazondemexico

Javier Bátiz, el padre del rock and roll mexicano, se describe como meloso porque en sus canciones le gusta hablar del amor y de los sueños que se pueden convertir en realidad, y así son los dos nuevos temas que va a presentar en su primer Vive Latino, donde dará una cátedra musical y demostrará por qué es considerado uno de los mejores guitarristas mexicanos.

“Soy muy meloso, me gusta mucho hablar del amor, de estar con la pareja, soñar, inventar que sueña uno las cosas tan hermosas que pueden suceder, y de eso tratan mis canciones nuevas. Una se llama ‘Mensaje’”, explica a La Razón, en entrevista telefónica desde Tijuana, antes de comenzar a cantarla:

“Dice más o menos así: hola qué tal soy yo, y ya sé que no te extraña, pues te llamo en la mañana y en las tardes como hoy, porque desde conocerte no hago nada más que estar pensando en ti”, y remata con un “¡ay, güey!”, seguido de risas. A sus 74 años mantiene el sentido del humor que lo caracteriza.

Su show en la Carpa Doritos, el próximo 17 de marzo, detalla, incluye un repaso por sus mejores éxito,s como “La casa del sol naciente”, pero también temas que no ha tocado en vivo y un palomazo con Alex Lora, líder de El Tri.

“Llevo artistas invitados e invitadas, llevo a toda mi familia, porque ya soy viejito —bromea—; llevo la paloma con el Alejandro Lora, eso está segurísimo. Estamos invitando a Carlos Santana a que toque con nosotros, a ver si acepta; si lo hace imagínate lo que va a ser para nosotros como músicos, sensacional; pero para el Vive Latino un broche de oro sensacional, la maravilla, nunca vuelve a suceder eso”, señala Bátiz.

El Brujo, quien fue maestro de Carlos Santana, Alex Lora, Abraham Laborie y Guillermo Briseño, por mencionar algunos músicos, para impresionar a su público, afirma no necesitar de trucos, basta su guitarra y su voz para que la gente la pase “suave” y salga feliz, que es lo que quiere lograr, porque cuando en enero vino a la Ciudad de México vio

a todos muy tristes.

“En un concierto mío la gente sale feliz, contenta, con ilusiones, positiva, y eso para mí es grandioso, porque lo hago nada más con la manera de tocar, no uso trucos, no me pongo máscaras, aunque estoy feíto, pero la gente no sabe si es máscara o no, —ríe— nos la pasamos muy bien, muy suave”, destaca el músico que cuando el rock  and roll escandalizaba fue perseguido y hasta pasó días en el “bote”.

En sus presentaciones prefiere decir cosas chistosas, como de pronto en esta entrevista, lo hace, porque asegura que le gusta hacer reír a la gente. “Ahora que fui a México, la gente andaba con una cara de tristeza y eso me dio a mí mucha tristeza, porque quién los tiene entristecidos si no son los mismos directivos del país”, lamenta el cantante de

“El vuelo del ángel”.

Por eso está convencido que uno de los principales trabajos de los músicos y de la gente que tiene “chance” de llegar a mucha gente, a través de la música, el arte o la palabra, es “traer a la gente a vivir porque andaba a medio vivir. Eso es lo que me hace tocar bien, que la gente se sienta bien”, reitera el guitarrista, quien considera que “el rock and rol va a seguir fuerte en todo el mundo”.

Con una larga trayectoria musical, Javier Bátiz afirma que lo motiva a seguir componiendo y tocando sus rolas, “la bendición de Dios; si Dios no me hubiera dado este talento, esta forma de tocar, de ser, de vivir, pues yo no sé qué haría. Aunque no toque en conciertos, en bares, en los cafés o en las giras interminables, aunque no lo haga allá, voy a tocar, porque el talento lo tengo en mi corazón y en mi espíritu; toco muy a gusto cuando hay mucha gente, pero también cuando hay poca”, concluye el intérprete de “Si estuvieras aquí”.

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