Nadie puede decir que en Querétaro no hay una escena rockera, pues a una hora de que Lawrence Lol Tolhurst, ex tecladista, baterista y miembro fundador de la mítica The Cure, iniciara su conversatorio e improvisación musical (actividad estelar del Hay Festival de este año), la fila para verlo ya rodeaba por completo el Teatro de la Ciudad.
Muchos de los asistentes vestían, como era de esperarse, camisetas negras alusivas a la banda lidereada de Robert Smith; otros, iban más casual. A algunos, la curiosidad los hizo sumarse a la euforia, pese a no saber qué esperar. Otros, viajaron desde la CDMX a "estar lo más cerca que jamás iban a estar" de la agrupación nacida en Crawley, Inglaterra, en 1976.
http://twitter.com/hayfestival_esp/status/1170557516394172416
Y por tan sólo 30 pesos por entrada, nadie in town se podía resistir.
Tolhurst visita nuestro país para promocionar su autobiografía Cured, The tale of two imaginary boys, donde narra sus años antes, durante y posteriores a The Cure, de la cual salió en 1989, pues a medida que la fama del grupo iba creciendo, también sus problemas de drogas y alcohol.
"La música de The Cure ha estado en todo el mundo, en cada país hay un fan; tiene algo que le comunica a al gente sin importar el lenguaje, porque la música es el lenguaje. El mensaje no está en la letra sino en la melodía, y mi parte es el ritmo", dijo ante el auditorio lleno, mientras tocaba unos beats en la batería.
"Estoy aquí porque todos sintieron la música, su lenguaje", reiteró.
[caption id="attachment_1001491" align="alignright" width="200"] Foto: Raúl Campos[/caption]
Su charla se centró sobre el álbum Faith: "las cosas cambian, en 1980 hicimos un tour largo, fuimos a Australia... hicimos 130 shows ese año… ¡quién sabría que Australia era tan grande!". Explicó que querían contar historias a través de la música, "realmente no teníamos idea de lo que hacíamos, de como las canciones funcionaban; creo que entonces solo era feliz haciendo música".
"Pero las cosas cambiaron cuando la abuela de Roger murió y mi madre enfermó. Fuimos a la escuela católica y tuvimos una crisis en ese momento porque no sabíamos cómo sentirnos, lo único que hicimos fue música", añadió.
Mostró fotografías de Roger, Simon Gallup y él durante su primera vez en nueva Nueva York, mientras sonreían a sus 20, dentro de un avión a España; "éramos felices con lo que ocurría".
En 1981 tras lanzar Faith, la banda salió de gira de nuevo, esta vez tocaron por 250 días; "las canciones de Faith tomaron mayor significado: la madre de Robert murió, la mía estaba apunto dé. Me llamo mi hermano: 'nuestra madre está a punto de morir, ¿puedes venir a casa?' Lo vi con la banda y me dijeron que sí. Tomé un avión para llegar antes de que ella partiera, mi hermano me recogió en el aeropuerto y me dijo: 'lo siento llegaste tarde'".
"Ella amaba la banda y a nosotros, de una forma en que una madre lo hace; una vez, durante el desayuno, estaba leyendo el periódico de música y me dijo: 'me gusta The Clash'" recordó.
Contó que le dijo a su hermano: "creo mamá hubiera preferido que siguiera en el tour, puedes hacer los arreglos del funeral; dijo que sí porque es bueno; Regrese a Holanda y manejé al concierto; estábamos solo Robert, Simon y yo; pensando en lo que había pasado".
[caption id="attachment_1001488" align="alignnone" width="1060"] Foto: Raúl Campos[/caption]
Remarcó: "si hay algo de The Cure es que escribimos sobre lo que pasó en nuestra vida, no hablamos sobre astronautas en el espacio, sino de aquello que venía de nuestro corazón, de nuestra vida diaria; y cuando regrese a Amsterdam, tocamos las canciones de Faith, tonadas de nuestra propia experiencia".
"Estaban enterrando a mi madre y tocamos al lado de su tumba. Puse el cassette de la noche de aquel concierto y lo metí con ella, para que tuviera esa música por siempre", finalizó.
[caption id="attachment_1001489" align="alignnone" width="696"] Foto: Raúl Campos[/caption]
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