Los 85 músicos Ensamble Sinfónico Mexicano se acomodaban en sus asientos y alistaban sus instrumentos, cuando un tenue y focalizado as de luz iluminó a Rodrigo Cadet, su director, mientras tomaba su posición al frente y era recibido por los entusiastas aplausos del público; esa noche interpretarían en vivo la aclamada banda sonora de la versión live action de El Rey León, compuesta por el galardonado Hans Zimmer, en el colosal Auditorio Nacional.
Los violines, cellos, percusiones, flautas, coros y demás instrumentistas calentaron la sabana con la reconocida obertura que acompaña a cada uno de los filmes de Disney; tras un mar de aplausos y gritos arrancaron con la icónica "Ciclo sin fin". Los coristas vocalizaron magistralmente las estrofas iniciales: "Nants ingonyama bagagithi baba / Sithi uhhmm ingonyama / ingoyama", mismas que fueron cantadas como "la cigüeña", por la mayoría de los espectadores, desconocedores del zúlu.
Mientras en la pantalla los animales salían a dar la bienvenida al recién nacido Simba, los percusionistas marcaban el paso del éxodo bestial; flautas dulces y pícolos y clarinetes fueron la antesala de cuando el hechicero mandril Rafiki alzó al príncipe para el ser contemplado por los súbditos salvajes.
[caption id="attachment_1024995" align="alignnone" width="696"] Foto: Raúl Campos[/caption]
Las ejecuciones orquestales señalizaban virtuosamente las transiciones atmosféricas y emocionales de la cinta, claro ejemplo de ello la escena donde Simba intenta cazar un escarabajo y súbitamente Scar lo incita a ir al cementerio de elefantes. Interpretación armónica y vibrante del juguetón tema "Yo quisiera ya ser un rey".
Al término de cada escena, los espectadores realizaban su propia ejecución sinfónica con las animadas palmas de sus manos, como muestra de goce del trabajo dirigido en tiempo real por Rodrigo Cadet; en especial, las precisiones como las congas, cuyo sonar altamente coordinado guiaba la vista del público en la trama live action.
La trágica escena del fallecimiento de Mufasa fue acompañada por coros y deprimentes violines que exponenciaron el dolor del ingenuo Simba quien, con engaños fue exiliado por el maquiavélico Scar. No obstante, la aparición de Timón y Pumba, acompañada de "Hakuna matata", regresó la alegría al Coloso de Reforma.
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El clímax de la cinta estuvo envuelto en tonadas violentas y estremecedora que marcaban la "coreografía" de la batalla final entre Scar y Simba, cuya épica conclusión fue aplaudida metafóricamente por los presentes
Al término de la cinta, el Ensamble Sinfónico de México interpretó "Ciclo sin fin", ahora cantada en vivo por la artista soul tapatía Grizz Piña, quien con su poderosa voz estremeció el recinto. Le siguió la aparición en el escenario de Natalia Tiscareño y Mateo Ramírez Velasco, las voces cachorras de Nala y Simba, quienes eran escoltados por Gerardo Alonso, encargado de ejecutar los graznidos del siempre preocupado Zazú.
Juntos interpretaron, con todo y diálogos, la simpatía "Yo quisiera ya ser un rey". Antes de acabarla, la contraparte mexicana de la valiente leona pidió a los presentes dieran ritmo con sus aplausos, mismos que sirvieron de beat para el animado baile que hicieron sobre el escenario, frente a la orquesta.
[caption id="attachment_1024993" align="alignnone" width="696"] Foto: Raúl Campos[/caption]
El Ensamble Sinfónico continuó con la icónica "Hakuna matata": de entre los músicos salieron, vestidos de gala, Timón (Luis Leonardo Suárez)y Pumba (Sergio Carranza), acompañados del pequeño Mateo Ramírez; los asistentes coreaban animados "sin preocuparse / es como hay que vivir", cuando el trío súbitamente salió en fila del escenario, para regresar casi en seguida con un Simba adulto: el tlaxcalteca Carlos Rivera, quien al entonar la filosófica estrofa "Hakuna matata" despertó los gritos de las mujeres en la audiencia.
"Es para mi un honor estar aquí esta noche", señaló entusiasmado Rivera, secundado por los gritos de las enloquecidas muchachas; para en seguida presentar a Fela Domínguez, la voz de Nala, quien con su bello vestido de brillantes dorados incitó lujuriosos chiflidos. Tras interpretar a dueto la sensual "Esta noche es para amar" se dieron un abrazo fraternal, mientras el resto del elenco de doblaje se les unían en el escenario, al igual que los miembros de la orquesta, para así alimentarse y envolverse de las agradecidas y frenéticos aclamos.
La cifra
20 temas tiene el soundtrack oficial de la película
El dato
Las voces originales de la película fueron provistas por Donald Glover, Beyonce, James Earl Jones, Chiwetel Ejiofor, Billy Eichner, Seth Rogen, John Oliver, John Kani, Alfre Woodard, Eric André, Florence Kasumba y Keegan-Michael Key.
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