Utilizando la sobriedad como el mejor instrumento para potenciar el humor, a través de los inquietantes parajes del thriller, y encarnizarse con las formas propias del machismo y la misoginia, el director (y aquí también guionista) Riley Stearns —responsable del cortometraje Detener / Expulsar— entrega El arte de defenderse, una poco convencional comedia negra, cuyo discurso crítico carece de cualquier adorno o sutileza, pero no por ello es menos inteligente o atractiva.
Dentro de la historia, que sigue los pasos de un joven que, luego de ser golpeado violentamente durante un robo, decide tomar clases de Karate, la sátira es inversamente proporcional a la seriedad de las situaciones que van del bullying de oficina a la estigmatización, así como el maltrato físico y mental dentro los dojos y otros lugares de entrenamiento.
Los juegos de palabras y las conversaciones cargadas de fuertes y descaradas dosis de ironía están a la orden del día, sostenidas en el desempeño implosivo de los actores, cuestión que permite al tono ir envolviendo al espectador al grado que los giros de la trama —que van desvelando la verdadera naturaleza, oscura y enfermiza de las actitudes y acciones de los personajes— consigan ser inesperados e incluso sorpresivos, manteniendo la expectativa dentro del relato y sobre todo el interés por las diversas implicaciones del mismo.
Es una lástima que esa misma contención de los actores, que funciona la mayor parte de la película, se extiende a practicante todo el desarrollo y el concepto en general que nunca logra detonar por completo, y mucho menos alcanzar el clímax que promete, quedándose sólo como una muy peculiar propuesta, ciertamente entretenida e incisiva, pero poco contundente a la hora de intentar llegar hasta sus últimas consecuencias.
Mención aparte merece la convicción que muestran tanto Jesse Eisenberg, como Alessandro Nivola a la hora de interpretar, respectivamente, a la víctima y a quien habrá de convertirse en su maestro de combate; su química equilibra el contraste entre la seriedad del tratamiento de la ridiculización, por cierto, no deja títere con cabeza.
El arte de defenderse que distribuye Cine Caníbal, es pues, una de esas películas que, aunque no alcanza el estatus de pequeña joya, vale la pena darse la oportunidad de ver.
@jchavarria_cine
Género: Comedia
Director: Riley Stearns
Escrita: Riley Stearns
Duración: 104 minutos
Studio: Bleecker Street
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— Jesús Chavarria (@jchavarria_cine) October 31, 2019