Bromas, risas, complicidad y, sobre todo, mucha mancuerna musical fue lo que ayer ofrecieron los amigos inseparables, Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat, en el Auditorio Nacional, durante su primer concierto en México perteneciente a su gira No hay dos sin tres, con la que vuelven a compartir escenario y hacen un recorrido por toda su trayectoria.
Fue a las 20:40 horas cuando se encendieron las luces del escenario del Coloso de Reforma: unas botargas de cuervos, que aparecieron en una pantalla, abrieron el telón y en un vídeo se observaron aves volando en un cielo azul, mientras se narraba la importancia de su migración y lo que enfrentan a causa de la contaminación.
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En la proyección también se vio un avión con la bandera LGBTTTI, que era piloteado por dos simpáticos córvidos, que poseían las voces de Sabina y Serrat. Ellos presentaron a los inseparables cantautores, quienes subieron a la tarima ataviados de unos elegantes trajes.
El recorrido por sus trayectorias artísticas inició con “Esta noche contigo”, la cual interpretaron a dúo, mientras sus cómplices, quienes han seguido su carrera, aplaudían y cantaban el tema a todo pulmón.
“Buenas noches México. Se están preguntando ¿qué estamos haciendo otra vez juntos aquí?”, cuestionó Sabina a los presentes. Ambos soltaron varias hipótesis, que contenían una dura crítica a lo que acontece en Europa, la cual, a decir del ubetense, “está hecha una mierda —una voz del público le replicó ‘México también’—; están los chalecos amarillos, el Brexit, los catalanes”.
Continuó: “dijimos: vámonos por Latinoamérica, empecemos por el sur donde hay gobiernos estables —ironizó—, vamos a Chile, Bolivia, Ecuador… En México no hay drogas ni violencia”.
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Serrat le secundó diciendo que, como la tierra azteca le dio asilo a Evo Morales, tal vez a ellos también. Tras las críticas elegantes, ambos, con guitarra en mano, interpretaron “Aves de paso”, del álbum Yo, mi, me, contigo, de 1996, de Joaquín Sabina.
Cantaron a dúo y en solitario. La primera participación en la que se escuchó a Serrat solo fue “Las malas compañías”, tema de su autoría. Antes de cantarla, el también poeta habló de la importancia de la amistad, la cual celebra con su colega con esta gira, la tercera que hacen juntos, ya que a ésta antecedieron los tours Dos pájaros de un tiro y Dos pájaros contraatacan.
“Ya saben que no hay nada como un amigo, es el mayor de los tesoros; alguien que siempre te dice la verdad, que nunca te deja solo”, expresó el intérprete de “Penélope”. Tras ello, vino la primera participación individual de Sabina con el tema “Lo niego todo”.
Después, Serrat volvió al escenario para hablar de todo lo que comparten: la música, el alcohol, las mujeres… Y en honor a ello entonaron “Pero qué hermosas eran”. El trovador barcelonés bajó de la tarima para que su camarada deleitara a los presentes con una versión acústica de “Una canción para la Magdalena”, en la que predominó la tonada del teclado.
En seguida, el noi del Poble-sec dio paso a “Es caprichoso el azar”, de su álbum Versos en la boca, de 2002. Y tras ello, apareció en escena Joaquín Sabina, pero ataviado de una playera negra y un sombrero, para cantar él solo “Por el boulevard de los sueños rotos”, mientras en la pantalla se proyectó una foto en la que aparecía junto a Chavela Vargas.
El cantautor siguió con “19 días y 500 noches”, la cual, al escucharse los primeros acordes de guitarra, provocó los aplausos y gritos del público. Al terminar, dejó el escenario para que Serrat cautivara con los temas “Tu nombre me sabe a yerba” y “Nanas de cebolla”.
En este recorrido por la trayectoria de los españoles también sonaron clásicos como “Peces de ciudad”, “Lucía”, “Mediterráneo” y “Cantares”, esta última a dueto y con un efusivo público que entonó a todo pulmón el coro: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
Al cierre de esta edición, el viaje musical continuaba con “La del pirata cojo”, para la cual ambos se vistieron de corsarios, y “Un mundo raro”, del mexicano José Alfredo Jiménez.
El Dato: La pareja estelariza el documental Serrat y Sabina: el símbolo y el cuate (2013), de Francesc Relea, el cual los sigue durante su gira latinoamericana de 2012.
No hay dos sin tres
Artistas: Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat
Fechas: 30 de noviembre y 1 y 2 de diciembre
Dónde: Auditorio Nacional
Cuánto: desde $417 pesos