Con atuendos que combinan la sofisticación con las artesanías wixárikas, la diseñadora de moda Patricia Govea debuta en el Fashion Week de Nueva York. Con su colección, además de representar la cultura mexicana, apoya a 300 indígenas de Nayarit y Jalisco, con quienes creó una cooperativa.
“Quería hacer una propuesta de moda que tuviera suficiente sofisticación y, al mismo tiempo, alma artesanal; busqué a las mujeres artesanas de la comunidad wixárika porque yo soy nayarita, qué mejor de iniciar con mi gente y mi cultura”, contó a La Razón Govea, quien es la única mexicana de los 10 creadores emergentes que participan en esta plataforma.
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La colección que presenta hoy en Nueva York se conforma de capas, vestidos, blazers, chaquetas, halters, pantalones, faldas y minifaldas con una paleta de color en marfil, negro y tonos rosados, flanqueados por bandas bordadas con hilos franceses y chaquira de Checoslovaquia a mano con formas de grecas en las que se plasma la cosmovisión y carácter simbólico wixárika.
“La característica que tienen mis prendas es preservar la cultura porque las artesanas hacen todos los bordados a mano, ya sea con chaquira o unos hilos que tienen cera; todos los patrones son símbolos sagrados, ellas los plasman y usan los colores que quieren… lo que hacen después lo ensamblo a lo que yo elaboro, son cortes muy rectos, más sastres para que pueda lucir el bordado”, detalló la diseñadora de modas.
“Es una cooperativa donde las artesanas son dueñas y ellas deciden con quien trabajar; si a ellas no les conviene en algún momento trabajar conmigo pueden irse con otro diseñador”
Patricia Govea
Diseñadora de modas
Para Patricia Govea es importante que no exista una apropiación cultural o plagio, como han denunciado artesanos de diversas comunidades del país, sino trabajar de la mano con éstos y darle el crédito que merecen. Por ello, creó una cooperativa a través de la cual las mujeres indígenas tienen un trabajo formal y son dueñas de ésta; deciden con quién trabajar.
“La idea que tenía del proyecto cambió totalmente porque una artesana fue la que me abrió la puerta para visitar estas comunidades en las que nunca había estado, aunque soy nayarita. Tuve una conciencia que no conocía, de ver cómo estas personas son muy luchadoras, al conocer las necesidades que tenían. El valor de esta línea cambió a un modelo de negocio de impacto social donde nosotros colaboramos con ellas, para que puedan tener un trabajo formal, están bajo un esquema de seguridad social, donde son socias de la empresa”, explicó Govea.
El proyecto inició en 2015 con 25 artesanas y ahora se han sumado 300, de las cuales la mitad es de Nayarit y la otra de Jalisco.
“Le damos totalmente el crédito a ellas, hicimos un documental en el que mostramos quién está detrás de cada bordado. Estamos presentando esta colección, dándole la importancia y dignidad a nuestros artesanos”, resaltó Govea.
[caption id="attachment_1099875" align="aligncenter" width="597"] Vestido con bandas elaboradas por artesanas. Foto: Especial[/caption]