Dan Scanlon es un director que, luego de participar en proyectos como Mate y la luz Fantasma (2006), está más que familiarizado con los procesos de los estudios Pixar, y seguro entiende a la perfección el espíritu vanguardista, que hasta hace algunos años representaba; sin embargo, eso no implica que sepa cómo interpretarlo y mucho menos hacerlo realidad. Ejemplo de ello es la secuela de Monster Inc (2001), en donde uno de los conceptos más ingeniosos entregado por los también creadores de entrañables franquicias como Toy Story, sólo atinó a meterlo en la clásica fórmula de historias universitarias, encontrando su fuerte en el encanto propio de los personajes y el mensaje final, pero nada más. Ahora, algo muy similar es lo que sucede en Unidos.
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De entrada, nos encontramos con un lugar habitado por criaturas fantásticas, en donde la magia casi ha desaparecido en pro de las comodidades que ofrece la tecnología y la rutina. Esto da pie para lucir a personajes visualmente llamativos y simpáticos —aunque sin el carisma suficiente para quedarse en el gusto popular—, pero el funcionamiento del universo al que pertenecen ni si quiera se molestan en trabajarlo más allá de la forma, simple y sencillamente es como nuestra cotidianidad, pero con centauros, unicornios y similares, yendo al trabajo y a escuela, bebiendo café y manejando autos.
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Luego viene la trama, misma que a los iniciados en el mundo del anime y el manga les parecerá sumamente familiar, y es que al igual que en la popular saga de Full Metal Alchemist, seguimos los pasos de dos adolescentes que luego de un fallido intento de utilizar la magia para traer a alguien fallecido, tienen que iniciar un viaje para solucionarlo todo. Claro, con la diferencia que en aquella las consecuencias son realmente terribles y dan pie a una aventura oscura y adulta, mientras que aquí es amable y llena de situaciones divertidas, aprovechando que junto a los protagonistas va el medio cuerpo —de la cintura para abajo— que lograron traer a la vida.
Hasta aquí, cómo decíamos al principio, todo resulta un tanto convencional y hasta previsible, por suerte, y esto es lo que logra hacer que Unidos esté un tanto por encima del promedio general en lo que a las propuestas animada se refiere; todo se encamina para ir elaborando una emotiva reflexión, que detona luego de algunos giros, revelando un poco usual acercamiento a las relaciones entre hermanos y de padres e hijos, mostrando las distintas capas que posee, que se puede desarrollar de las formas menos esperadas, además de la importancia de los pequeños grandes sacrificios.
Así pues, si bien Unidos no tiene la frescura y originalidad que solía caracterizar a Pixar; esta vez la magia la encuentra en el mensaje y es suficiente para que convertirse en una buena opción en cartelera.