La juez Dianna Gould-Saltman amplió a tres años la orden de restricción solicitada por Billie Eilish contra Prenell Rousseau, un fanático de 24 años que se apareció repetidas veces en su casa en Los Ángeles.
En una audiencia, la juez accedió a extender la orden del 11 de mayo que impide a Rousseau contactar o estar a menos de 91 metros de la estrella pop de 18 años o sus padres.
La orden también prohíbe que el fan agreda o acose a la familia o que se acerque al lugar donde esté trabajando Eilish.
Eilish escuchó por teléfono, pero no habló. Sus dos padres respondieron que sí cuando la juez les preguntó si les gustaría estar incluidos en la orden.
Eilish dijo en documentos de la corte que Rousseau mostró un “comportamiento errático” cuando se apareció en la casa donde vive con sus padres siete ocasiones entre el 4 y el 5 de mayo, hasta que finalmente fue arrestado por allanamiento.
El abogado de la cantante, Mark D. Passin, pidió a la juez una orden de alejamiento de cinco años, pero Gould-Saltman la fijó en tres años tras escuchar que Rousseau no había intentado contactar a Eilish o a su familia fuera de esos dos días.
La juez dijo que no estaba tratando de minimizar la amenaza y enfatizó que la orden puede enmendarse y extenderse si es necesario.
En su primera aparición en la casa de Eilish, Rousseau tocó el timbre y le preguntó al padre de la joven a través de la cámara de vigilancia si ella vivía ahí, y persistió después de que le dijeron que era la casa equivocada.
La familia llamó a un servicio de seguridad privada cuando Rousseau regresó esa misma noche.
“Mientras esperábamos por el servicio de seguridad, el señor Rousseau se mantuvo en nuestro pórtico, se sentó y comenzó a leer un libro, mientras también continuaba pronunciando un monólogo intermitente”, dijo Eilish en documentos judiciales. “Mi padre le pidió varias veces que se retirara, pero se negó”.
Según los documentos, Eilish y su familia estaban atemorizados de Rousseau, en parte porque no llevaba cubrebocas en cinco de sus visitas y tocaba repetidamente el timbre y la manija sin usar guantes.