Dos jóvenes que aceptan encontrarse tras conocerse a través del uso de una app y una cita, que va de lo ingenuo y lo romántico a lo retorcido y lo violento, son los lineamientos sobre los cuales en “Rendez-vous” se elabora una llamativa propuesta, a la que no sólo debe de reconocérsele el atrevimiento que representa estar realizada por completo en un plano secuencia (teniendo además una duración de poco más de una hora con cuarenta minutos, lo cual hace aún más complicado el ejercicio), sino además darle sentido al alarde técnico —cuyos antecedentes recientes incluyen producciones como “Victoria” (2015)—, sustentándole sobre un discurso crítico acerca de la violencia.
Es esto precisamente lo que le permite ir un poco más allá del mero entretenimiento, mientras se reserva diversos giros en la trama, para dejar al descubierto los juegos de poder que suelen acompañar el coqueteo y la conquista, previa a las relaciones casuales, hoy impulsadas a distintos niveles por las redes sociales.
Filmada en tan sólo un par de días en el centro de Coyoacán, principalmente en la calle de Higuera —una de las más antiguas de la CDMX—, la película de Pablo Olmos Arrayales no está exenta de las complicaciones que representa el no recurrir a los cortes, por lo cual adolece de una introducción que se extiende innecesariamente y aporta muy poco, con el afán de resolver requerimiento espaciales para el desarrollo de los hechos, de cuestiones de ejecución no totalmente resueltos y que saltan a la vista, empezando por cosas simples como cerrar o no las puertas, algo que al final cobra importancia para la verosimilitud de las situaciones y que, por momentos, puede llegar a romper con la ficción, además de no lograr justificar del todo la aparición de uno de los consabidos elementos externos que habrán de complicarle el asunto al protagonista.
Sin embargo, la precisión y el enorme sentido del trazo, en el que además se permiten incluir perspectivas complicadas con un enfoque dramático que hace efectivos los puntos de tensión, la claridad en las transiciones de los personajes y sus relaciones —amén del uso del blanco y negro como una forma de unificar el estilo y adquirir cierta identidad—, arrojan cómo resultado un envolvente thriller que le otorga algo de frescura a la oferta de cine nacional.
“Rendez-vous” ya pudo verse en algunos eventos fílmicos de género, como la primera edición de Espanto, y actualmente forma parte de la selección del Festival Macabro.