Antes de “Ya no estoy aquí”, de Netflix, Coral Puente, quien da vida a “La Chaparra”, había trabajado en un taller de soldadura y en un local de ropa. Su vida transcurría en uno de los barrios marginales de Monterrey, Nuevo León. Sin embargo, su incursión en la actuación en esta película de Fernando Frías la transformó: aspira a un premio Ariel en la categoría Mejor Revelación Actoral, quiere ser actriz profesional y está terminando sus estudios de secundaria.
En entrevista vía Zoom con La Razón afirma que su vida cotidiana sigue igual, en su casa de Monterrey, pero su forma de pensar sí se transformó: “he cambiado mi forma de pensar solamente, de que quiero lograr más cosas, no quedarme donde estoy”, asegura.
Desde los nueve años Coral Puente disfruta de los vallenatos rebajados, también conocidos como cholocumbias. Le gusta escucharlos y bailarlos. A sus 12 años formó parte de una pandilla de cholombianos, por eso se siente identificada con su personaje, “La Chaparra” en “Ya no estoy aquí”, cinta que es la favorita para los Ariel con 13 nominaciones, cuya ceremonia se celebra el próximo domingo 27 de septiembre.
“En casi todos los sentidos me identifico con mi personaje, así era mi forma de hablar, ahorita ya me comportó un poco, pero así hablaba, no me vestía tanto así, pero sí con mis pañuelos, mis bultos…”, comparte.
Aunque fue una etapa que disfrutó, también enfrentó situaciones como peleas entre pandillas y a los 14 años tuvo un embarazo, por lo cual dejó de estudiar la secundaria.
“Me embaracé a los 14 años, muy joven. Fue muy difícil porque no tenía planeado tener un hijo; sentía felicidad, pero a la vez miedo de que mis papás me iban a regañar, tristeza también porque ya no iba a poder continuar con mis estudios”, recuerda.
¿Cómo llegó a “Ya no estoy aquí?”
Coral Puente nunca imaginó participar en una película, era algo que no estaba en sus planes. Sin embargo, un día una amiga le avisó que estaban haciendo casting para un filme y decidió acudir. Así inició su aventura en “Ya no estoy aquí”, que ha alabado el reconocido cineasta mexicano Guillermo del Toro.
“Estaban buscando gente aquí en la cuadra y nos invitaron a ir. Me llevé a mis niños, estuvimos esperando aproximadamente dos horas, pasaron primero a mi amiga, la entrevistaron y la pusieron a bailar, después a mí.
“Al director le gustó mucho y me dijo que en una semana me buscaba, pensé que no me iban a llamar, pero después de una semana vinieron hasta mi casa a pedirles permiso a mis padres, me dijeron si quería ser parte de la película, yo estaba muy emocionada, les dije que sí, mis papás les tuvieron que pedir las credenciales porque no les creían que fuera cierto”, rememora Coral Puente.
En la cinta Coral Puente interpreta a “La Chaparra”, una joven que forma parte de una pandilla y es amiga de Ulises (Daniel Treviño), un chico que enfrenta diversos problemas como la mala relación que lleva con su madre y la violencia que se vive en su barrio.
“Nada se me dificultó, sólo cuando estaba lloviendo o hacía demasiado sol, tenías que andar corriendo. Nos levantábamos bien temprano y nos dormíamos bien tarde, los llamados eran a las cinco de la mañana y nos veníamos durmiendo a las 2 o tres de la madrugada, no eran muchos descansos los que teníamos”, señala.
Emocionada por su nominación al Ariel
Coral Puente se siente emocionada de saber que en la próxima entrega de los Ariel es posible que se alce con una estatuilla.
“Nunca pensé que fuera a pasar por esto, no estaba en mis planes actuar, no me la creo, me dicen debes creértela porque está pasando”, expresa.
Cuando se enteró que estaba nominada se encontraba fuera de su casa escuchando música. “Me emocioné mucho, empecé a gritarle a mi papá, le marqué a mi familia, no tenía idea de lo que eran los premios Ariel y el director se comunicó conmigo y ya me empezó a informar un poco”, dijo.
Ésta no es la única buena noticia que ha recibido Coral Bracho, pues está en planes de grabar un filme en España.
AG