Disponible en Netflix

“Rebecca”: un mediocre intento ante la adaptación de Hitchcock

Esta nueva versión fílmica de la novela que adaptó Hitchcock palidece totalmente ante su predecesora; el filme no pasa de ser una sofisticada y, por momentos, fastuosa ilustración

Lily James, en un fotograma de "Rebecca"
Lily James, en un fotograma de "Rebecca"

El atrevimiento del director Ben Wheatley, acostumbrado a transitar por la televisión —“Dr. Who: Deep Breath (2014)—, al buscar recuperar un texto clásico para la pantalla grande, el cual ya antes había recorrido de forma brillante ese camino en 1940, gracias a la mano del legendario Alfred Hitchcock, es inversamente proporcional a su clara falta de objetivos, mismos que pretende esconder tras el afán de mantenerse sumamente fiel a la obra original.

Es por ello que esta nueva “Rebecca” no pasa de ser una sofisticada y, por momentos, fastuosa ilustración, en donde la truculenta historia se viste de ligereza, dejando que sea el romance y no las retorcidas revelaciones, lo que termine por convertirse en el verdadero protagonista.

Tanto Lily James —“Yesterday” (2019)— como Armie Hammer —“Hotel Bombay” (2018)—, en el protagónico de una historia sobre una joven dama de compañía que se casa con un aristócrata sólo para enfrentar el peso de la sombra de la fallecida exesposa del mismo, resultan más que convincentes en el primer tercio de la película. Ambos lucen una química refrescante, potenciada a través de los sutiles recorridos de la cámara, que culminan en postales con ellos frente a escenarios embriagadores, dentro de un montaje de secuencias breves que acentúan lo idílico y al mismo tiempo efímero del momento.

Por desgracia, esto continúa a medias a partir de que el relato comienza a apuntar hacia la incertidumbre y la obsesión, el vínculo entre la puesta en escena y el desarrollo emocional de los personajes se resquebraja, mientras por un lado va la congruente transformación del escenario, que comienza a vestir de inquietud la belleza y la ostentosidad, mientras por el otro las dudas que atormentan a la protagonista redundan en reacciones que rayan en la frivolidad.

Sólo la entrada en escena de Kristin Scott Thomas –“Mujeres a Coro” (2019)— y su flemática actitud, que amedrenta manteniéndose siempre al borde de la perversidad servicial, logra sostener lo que sin ella terminaría por perderse en la somnolencia.

Esta “Rebeca”, estrenada por Netflix, palidece totalmente ante su predecesora —de revisión obligada— debido a su mustia y muy adornada mediocridad, y apenas funciona como entretenimiento por sí misma, debido a lo impersonal de su manufactura.

Pero bueno, al menos puede servir como pretexto para que quien no haya leído la novela original de Daphne du Maurier, publicada en México en formato de bolsillo por la editorial Penguin Random House —Me Gusta Leer Mx—, cuyo abrumador y elegante manejo del misterio resulta una verdadera delicia; se dé la oportunidad de hacerlo.

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