A unos cuantos meses de que se cumplan 500 años de la conquista del Imperio Azteca, llega “499” de Rodrigo Reyes, documental que, de entrada, acierta al proponer algo más que una simple revisión histórica, y que, a través del cine, crea un puente entre aquellos hechos y el México contemporáneo, cuyo vínculo principal es la violencia y el sometimiento.
El uso de un personaje ficticio se convierte en la clave: uno de los miembros de las huestes de Cortés, quien, debido a un inesperado e inexplicable salto en el tiempo, aparece en las playas del hoy Puerto de Veracruz, encontrando como única forma de entender la situación, volver a recorrer los pasos que alguna vez les llevaron a someter a la gran Tenochtitlán.
En su camino habrá de encontrarse con una realidad tan sorprendente como desoladora. Migrantes, gente desaparecida y asesinada, activistas y crimínales, todos confesándose ante su presencia impasible, en una suerte de viacrucis, en el que la devoción ha sido sustituida por el desconcierto y el dolor, que además le reserva un destino sin redención.
El transitar es implosivo, la cámara evita los artificios y apuesta por la sutileza vestida de parsimonia, para encontrar la evocación en sugestivas postales que proyectan la mirada de su protagonista.
Por desgracia el contraste del discurso se sofoca, la traslación a nuestro tiempo de lo que fuera el brutal encuentro de dos mundos, queda apenas como un apunte, y la presencia del viajero en el tiempo, como una extravagante guía para la unión de una serie de pasajes que por sí mismos son capaces de sostener el filme, que a pesar de lo discreto de su afán a la hora de hacer válida la promesa de explorar el pasado desde un punto de vista distinto, para cuestionar lo que nos ha llevado a un presente de impunidad e injusticia; se convierte en un ineludible testimonio de las heridas aún abiertas y de las voces que no son escuchadas.
Esto amén de evidenciar por su simple punto de partida, lo estéril de concentrarse en reclamos que pudieran redundar en acciones para resarcir lo que sucedió hace casi medio siglo, mientras aquellas personas que han sido despojados de sus seres queridos y aún están aquí, siguen siendo ignoradas.
“499” se presentó en el Festival de Cine de Tribeca, es parte de la selección oficial de documental en la edición 18 del Festival Internacional de Cine de Morelia, actualmente en curso, y vale la pena darse la oportunidad de revisarla.