Aunque en su momento “El Padrino III” fue mal recibida por la crítica especializada y dividió las opiniones del público, lo cierto es que aún así estaba por encima del promedio —no por nada tuvo siete nominaciones a los premios Oscar—, y sólo podría ser considerada un tanto fallida en relación con sus dos estupendas predecesoras.
Claro que si alguien podría volver a tomarla en sus manos y mejorar el resultado, ese era su creador, el mismo que previamente había sido capaz de superar lo insuperable, al darle continuidad a su obra maestra con otra obra maestra, “El Padrino II”.
Es así que 30 años después, Francis Ford Coppola trae de regreso el episodio que escribiera junto con Mario Puzo, en el que el atormentado Michael, heredero de Don Vito, está empeñado en legitimar el estatus del legado Corleone, rompiendo todo vínculo con la mafia.
Para su desgracia, las negociaciones son escabrosas y, mientras más se acerca a luz de una posible reivindicación, su violento pasado se alarga como una sombra, siempre pegada a sus talones y lista para consumirlo. Todo mientras el hijo ilegítimo de su hermano Sonny entra en escena, quizás para detonar el desastre, quizás como su posible sucesor.
Incluso. sin que tuviera los agregados de los cuales tanto se habló y que se convirtieron en el principal atractivo, esta nueva versión ya vale la pena por el simple hecho de disfrutar lo detallado del trabajo de restauración realizado por American Zoetrope y Paramount Pictures, que logran aprovechar la tecnología para dotar de una refrescante vitalidad a las imágenes, deslumbrantes desde los primeros minutos.
En cuanto a los cambios, el festín inicia pronto con una escena inédita que se convierte en el vehículo ideal no sólo para plantear con mayor claridad el escenario, sino para dimensionar la sofisticada presencia del personaje, y conectar de manera directa con la seductora atmósfera de la película anterior. Lo pausado del ritmo abre con sutileza la puerta a la intimidad de una familia, a través de una celebración que transpira fatalidad, validando aquella frase distintiva de la saga, para ahora si hacerle al espectador “una oferta que no podrá rechazar”.
Es evidente que la fuerza en el desarrollo no ha menguado con el paso de los años, y en esta ocasión el también director de “Apocalypse Now” le otorga un epílogo mucho más acorde, sumergido entre la contención y el total desencanto, y de paso esa redención que en contraste se le niega dentro del relato a su legendario protagonista.
Sin duda hay muy pocas películas que realmente ameritan una revisión de estas características, y aún menos las que logran salir bien libradas de dicho proceso, “El Padrino de Mario Puzo Epílogo: La muerte de Michael Corleone” es una de ellas. Estará disponible en la cartelera comercial entre este 3 y 6 de diciembre, una gran opción tanto para los cinéfilos empedernidos, como para el público en general.