Al llegar en formato de serie documental a la pantalla chica, la historia de Los Brooklyn Saints, iniciativa de fútbol juvenil desarrollada en dicha ciudad, pareciera ceñirse a los lineamientos más básicos e incluso repetitivos de este tipo de inspiradoras producciones sobre superación, y de inicio así es.
El punto de partida que pareciera ser sólo mostrar un rostro distinto de dicho barrio, más allá de la violencia y el alarmismo, únicamente sirve para empujar subtramas que avanzan un tanto desdibujadas y apenas sostenidas por breves montajes de imágenes, musicalizados especialmente para aportar la respectiva carga de nostalgia.
Sin embargo, conforme avanzan los episodios, el enfoque del director Rudy Valdez —“The Sentence” (2018)—, se vuelve más ordenado y profundo, para así exponer el efecto de aprendizaje que provoca dicho programa deportivo, tanto en los niños que lo integran y encuentran así un ambiente sano para crecer, como en aquellos que lo organizan, los cuales descubren que lo que están haciendo va más allá de ser sólo una actividad para sentirse bien consigo mismos.
La carga emotiva que encuentra la cámara en mano, al hurgar en el espíritu lúdico que acompaña los pasajes, sirve para contrastar la visión idílica del fútbol, y el cómo es que desde muy joven se tiene que enfrentar el peso del compromiso y la exigencia, así como la necesidad de darle sentido a las derrotas y de seguir estudiando; con la responsabilidad que cargan los entrenadores, además de la incertidumbre que genera en los padres el temor a las lesiones y el no siempre estar seguros de estar haciendo lo correcto.
Por supuesto, la NFL se menciona en múltiples ocasiones, es la referencia obvia, pero da gusto cuando uno de los niños protagonistas declaran que a pesar lo bueno que es, él no quiere llegar ahí. Lo mismo el momento en que uno de los consejeros les hace ver el pequeño porcentaje de quienes logran llegar a profesionales en relación a todos aquellos que aspiran a ello, y entonces surgen lúcidas frases como “Cuando juegas, estás a un golpe de no volver a hacerlo”.
Y es que “We Are the Brooklyn Saints” —por su título original—, sin duda es un testimonio de amor al fútbol americano lleno de evocación, pero no por lo que es como espectáculo, negocio o meta final, sino como vehículo para fortalecer a la familia y para obtener educación, dejando en claro que el verdadero triunfo no está en lo que sucede en el emparrillado, sino en lo que esto provoca fuera de él y cómo es que impulsa a convertirse en una mejor persona, o al menos eso debería.
La serie consta de cuatro episodios y está disponible en la plataforma de Netflix.