Llega a Netflix y la Cineteca

Selva Trágica: ¿Vale la pena ver la película mexicana premiada en el Festival de Venecia?

"Selva Trágica", de Yulene Olaizola, ganó dos premios en el Festival de Cine de Venecia; se centra en una joven que huye de sus abusadores en la selva; estrena el 9 de junio en Netflix

"Selva Trágica", película mexicana premiada en el Festival de Cine de Venecia, llega a Netflix Especial

Aludiendo al espíritu de clásicos de aventuras como “Mogambo”, de John Ford (1953), o las tiras cómicas de “El Fantasma”, creado por Lee Falk en 1936, e incluso algunos viejos pulps de naturaleza “Tarzánide” que apostaban por el exotismo amenazador; en “Selva Trágica” la jungla maya se erige como un misterioso protagonista, exaltando las pasiones de quienes se atreven a internarse en sus extrañas, para llevarles a sumergirse en un pasaje febril, hasta perder el camino y consumirse en si mismos.

La producción se alzó en la Mostra de Venecia los premios a Mejor Dirección, por parte del Jurado de Críticos Independientes, y el Premio Sorriso Diverso, como la Mejor Película Extranjera.

La cienasta Yulene Olaizola“Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo” (2008), “Epitafio” (2015) — y la fotógrafa Sofia Oggioni encuentran en los contrastes del manejo de una cámara a veces invasiva y cómplice (otras más contemplativa y distante) la mustia herramienta para potenciar la vitalidad seductora y asfixiante de dicho escenario, convertido en una presencia que desconcierta, pero otorgándole además una llamativa extensión en carne, que le sirve para conectar su lado místico con un discurso social que impasible expone la voracidad en carne viva.

Esa es la función que cumple el personaje de Indira Rubie Andrewin, una chica que huyendo del abuso masculino, cruza su camino con un grupo de trabajadores del chicle en la frontera entre Mexico y Belice, en pleno inicio del siglo pasado, despertando a una entidad que está incluso por encima de un territorio en donde la ley del hombre se retuerce y extingue.

Su figura sin adornos o manipulaciones, pero cargada de símbolos específicos, como la ropa blanca y el calzado, proyecta una orgánica sensualidad que transita con naturalidad y hasta cierta alevosía, entre el placer y la maldad.

Estos elementos son lo que, a pesar de ser un tanto predecible, permiten la solidez de un relato que transpira fatalidad, y mustio se viste con una inmersión efectiva en los dos primeros tercios, pero que por desgracia termina estacionándose en el regodeo.

Es por ello que los puntos de tensión explotan sin causar impacto, las tuercas del mecanismo nunca se aprietan del todo, frenando el vehículo cada que está a punto de alcanzar el límite de su planteamiento.

Aún así, “Selva Trágica” se presenta como una experiencia cinematográfica sugestiva y por momentos embriagadora, poseedora de esa identidad que tanto le hace bien al cine mexicano.

La película se estrena en Cineteca y llegará a Netflix el 9 de junio.

Fotograma de "Selva Trágica"