Estreno de fin de semana

Sweet Girl: ¿Vale la pena la película de Jason Momoa y Netflix sobre venganza?

Netflix estrenó la película "Sweet Girl", protagonizada por Jason Momoa; la producción es una propuesta al estilo de los Video Home de los 80

Netflix estrena "Sweet Girl", película con Jason Momoa acerca e la venganza Especial

El inicio de “Sweet Girl” es a tambor batiente, con una intensa persecución que se detiene al borde del abismo luciendo al máximo los recursos que le permite un gran presupuesto, haciéndonos recordar los momentos más álgidos de aquellos vehículos de acción protagonizados por los Willis, los Gibson y los Stallone.

“Sweet Girl” realmente deja con ganas de saber cómo es que él protagonista llegó a tal situación, enganchándonos entonces con el drama familiar que da origen a todo, plateado con certeza y encontrando la identidad en lo orgánico del manejo de la cámara en mano, para dar pie a una historia de venganza con un hombre y su joven hija en medio de todo, que hace eco en la batalla del ciudadano común, aplastado por las grandes corporaciones y los intereses políticos.

La trama de “Sweet Girl” es simple y a partir de ahí mantiene enganchado al espectador, aunque por desgracia no por las razones adecuadas. Y es que, aunque las motivaciones son claras, los objetivos no, el accionar errático del protagonista contradice lo que nos están diciendo acerca de el, en cuestiones básicas como el que contaba con un plan, rebuscado si, pero elaborado con tiempo y cuidado.

Esto aunado a que durante los combates cuerpo a cuerpo, este sujeto de más de 1.90 de estatura, nunca explote el potencial físico que sustentaron al principio, provoca que se pierda la empatía con él, dejando solo una pregunta en el aire ¿Cuál es la razón por la que actúa del tal manera? ¿Es a propósito o es una torpe ejecución?

Para sorpresa de todos, la respuesta llega a través de un giro de la trama que pretende ser sorpresivo, pero que se intuye desde un inicio, solo que se abandona pronto por que no parece que sean capaces de aludir a ese recurso que comienza a parecer absurdo, pero lo hacen, y hay que decirlo, justifica parte de los problemas arriba mencionados, pero crea otros más grandes.

Porque si bien ahora explica lo insensato y a veces hasta ridículo de algunas de las decisiones del personaje —interpretado, por cierto, con mucha convicción por Jason Momoa—, por otro lado, hace inverosímiles la mayoría de sus acciones, incluyendo aquella que conecta con el ya mencionado inicio trepidante, entregando un cierre tan simple que raya en el absurdo.

En fin, “Sweet Girl”, dirigida por Brian Andrew Mendoza y estrenada por Netflix, es más una propuesta al estilo de los Video Home de los ochentas, solo que con gran presupuesto e intentando tomarse en serio para sorprender, pero sin lograrlo. Aún así, como mero vehículo de acción puede llegar a ser entretenida.

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