Ha muerto el baterista de ánimo jazzístico que tocaba en la banda de rock The Rolling Stones, Charlie Watts (Londres, 1941–2021), quien conformó con Mick Jagger y Keith Richards la complicidad más secreta y leal en la historia del rock. “En realidad el verdadero líder de la banda es Charlie Watts”, han declarado muchas veces el cantante y guitarrista de la legendaria agrupación. Sí, Watts no sólo tocaba con maestría los tambores, también con su flemático carácter intervenía para apaciguar los altercados frecuentes entre uno y otro. “Watts nos sosiega con su equilibrio”, declaró en una ocasión Richards.
Destacado diseñador gráfico y baterista de formación autodidacta, era muy solicitado en los clubes de R&B de los barrios marginales de la capital británica, donde tuvo contacto con Brian Jones (1942–1969), Mick Jagger y Keith Richards. The Rolling Stones se funda en 1962 (Brian Jones, compositor multiinstrumentista; Mick Jagger, vocalista; Keith Richards, guitarra eléctrica; Ian Stewart, piano); en enero de 1963, Watts por insistencia de Jagger, se integra a la banda como baterista y a la vez en el desempeño de proyectista de las portadas de los discos.
Charlie Watts lloró en el funeral de Keith Moon. Ojalá fuera capaz de llorar hoy. En cambio, sólo quiero despedirme. No es un baterista de rock, en realidad es un baterista de jazz, y por eso los Stones tocaron como la Basie bandPete Townshend, Guitarrista de The Who
Admirador incondicional del jazz en la figura del saxofonista del bebop Charlie Parker, estaba familiarizado con la sonoridad de las big band (Duke Ellington, Count Basie, Stan Kenton...) de la época de oro del swing, decía que “toda la música afroestadounidense se resume en la figura de Louis Armstrong”. Alternaba el rol de percusionista de los Stones con su propio ensamble, Charlie Watts Quintet, muy demandado en el prestigiado Ronnie Scott’s Jazz Club de Londres.
Todos los admiradores del rock siempre se han preguntado cómo un carácter tan sereno e inalterable se acoplaba en un combo que giraba en torno a la ira, la insatisfacción, la imprudencia, la frustración y la excentricidad. “Watts es el mejor baterista de rock porque no pretende serlo. Hay que escuchar el imaginario acompasado de la sonoridad de The Rolling Stones para darnos cuenta que sus tabaleos son únicos en la prosodia del rock actual”, decía el reconocido crítico musical Robert Christgau. La revista Rolling Stone lo instaló en 2016 en el sitio 12 del listado de los 100 Mejores Bateristas de todos los tiempos.
En las placas All Blues’d Up!, Black and Blue, Sticky Fingers, Tattoo You, Forty Licks, Some Girls, Blue & Lonesome y Honk se aprecia el concepto muy personal de Watts en la ejecución de la batería: sentido cabal del tiempo, imaginativos ataques y edificación de abreviadas resonancias. “I Can’t Get Satisfaction”, “Ruby Tuesday”, “Angie”, “Start Me Up”, “Brown Sugar”, “Jumpin’ Jack Flash”, “Slave”, “Hang Fire”, “Women” o “Miss You” son piezas de coordenadas rítmicas en que el oficio de Watts protagoniza todas las avenencias danzarías.
Lega una discografía de jazz donde destacan Live at Fulham Town Hall (Charlie Watts Orchestra), From One Charlie (Charlie Watts Quintet), Tribute to Charlie Parker with Strings (Charlie Watts Quintet), The ABC&D of Boogie Woogie –The Magic of Boogie Bogíe, Charlie Watts meets the Danish Radio Big Band (Live At Danish Radio Concert Hall, Copenhagen). Asimismo, publicó libros infantiles diseñados por él y la serie de dibujos animados en tributo a Charlie Parker.
Es muy triste perder a un baterista icónico y único (y bailarín). Era un gigante silenciosoStewart Copeland, Baterista de The Police
En México, con los Rolling Stones el Autódromo Hermanos Rodríguez lo recibió en 1995, en lo que representó un acontecimiento de suma trascendencia ya que implicaba la primera visita de “Sus Satánicas Majestades” en Latinoamérica. Después volvió con la agrupación en 1998, 2006 y 2016. En ésta última gira el baterista recorrió el Museo Casa Azul, sitio donde vivió la pintora Frida Kahlo.
- El dato: Watts protagonizó la portada de Get yer ya-ya’s out, donde se muestra alegre. El álbum es considerado uno de los mejores de la banda.