La premisa sobre una joven de Guadalajara, que junto con su mejor amigo emprende un viaje con la intención de ir a una clínica para interrumpir su embarazo, fácilmente podría haber caído en el melodrama excesivo y manipulador.
Sin embargo, el primer acierto de “Cigüeñas” está en la sensibilidad de su tratamiento y la claridad de la postura a nivel de discurso, la cual le permite evitar los lugares comunes a la hora de apuntar las implicaciones del tema. Pero eso no es todo, además el director Heriberto Acosta evita juzgar a los personajes y la situación, para enfocarse no en las posibles opciones de la respuesta de esta última, sino en los efectos que causa sobre la percepción e interpretación de la cotidianeidad que tienen los protagonistas.
De tal modo es que entre secuencias de transitar ligero salpicadas con lacónicas visiones de multifamiliares, muelles solitarios y aviones surcando el cielo, que hacen énfasis en aspectos simples convirtiéndose en pequeñas y fugaces metáforas del ir y venir de cada día, materializan la frialdad de la convivencia incidental dentro del transporte público y el desinterés de la maquinaria laboral, hasta hacer consiente la soledad ante sí mismo y la necesidad de reconocerse.
Todo contrastándolo con el cúmulo de sensaciones agridulces que va liberando el viaje para hacer una mustia llamada a recordar la importancia de la honestidad con los sentimientos y los deseos.
Los giros dentro de la trama que no está exenta de alguna situación que rompe con la verosimilitud de su ficción el correspondencia con la época de la realidad que presenta, parecen predecibles, pero con naturalidad cambian el paso ante la disyuntiva y desembocan en situaciones que retratan el proceso de madurez de los personajes.
La austeridad de los diálogos que resulta muy conveniente para adentrarse en el terreno de la evocación, por momentos llega a ser excesiva restándole consistencia, y eso puede jugarle en contra al buscar alcanzar al gran público hoy acostumbrado al cine cadi hiperquinético, pero quienes se permitan superar tal predisposición, aquí se encontrarán con una película sin falsas pretensiones.
“Cigüeñas” es un drama sutil que invita a una emotiva y honesta reflexión, que tiene como extra que su reparto presenta rostros poco conocidos en el circuito comercial—Jenny RVC, Jesuso López— adquiriendo así una innegable frescura.