Coincidiendo con el año del lanzamiento de “Stranger Things”, que se ha convertido en la cumbre de la tendencia a la autoreferencia hoy dominante en el mundo del entretenimiento, es decir donde los creativos usan como materia prima aquello de la cultura pop que los marcara en su infancia y adolescencia; llegó al mundo de las viñetas “Paper Girls”, una genial obra con la que dicha franquicia guarda claros paralelismos.
Se trata de la multigalardonada obra de Brian K. Vaughan, que por supuesto tiene a los suburbios estadounidenses de los 80 como principal escenario. Comunidades donde la mayoría de los habitantes se conocen y viven en casas con sus respectivos jardines, áticos y sótanos, y que aquí le sirven al también guionista de “Saga”, para ofrecer dentro de una aventura de fantasía y ciencia ficción con lineamientos de thriller, una mirada al detrás de la idealización de los modelos familiares cuyos núcleos a veces fracturados, aquí terminan de derrumbarse cuando sus prejuicios, creencias y vicios, chocan contra la situación límite provocado por una guerra sin tiempo ni espacio.
Un conflicto que irrumpe con gigantescas criaturas aladas, seres carroñeros con implantes cibernéticos, artefactos orgánicos imposibles y soldados con armas y vehículos ultra tecnológicos.
Tal cual su título indica, los personajes centrales son un grupo de chicas que a sus 12 años se presentan como entrañables encarnaciones de la nostalgia por aquel mundo análogo perdido, empezando por que se dedican a repartir diarios montadas en bicicletas, cuando estas aún no se convertían en un estilo de vida, pero ya eran el vehículo por excelencia de los relatos fílmicos impulsados por gente como Steven Spielberg.
En contraste su carácter es un fiel reflejo de los rasgos propios de la generación a la que pertenecen y que se definiera por el enojo y desencanto ante el umbral de los 90, aferrándose a la amistad como uno de sus valores y bastión de sus sueños rotos.
Es eso lo que les permitirá no perder la cordura al estar en medio del inesperado e insólito enfrentamiento entre fracciones divididas por la edad, que no es sino una despiadada metáfora de la incertidumbre y ese sentimiento de amor odio que suele generar el crecer y bordear irremediablemente el mundo adulto.
En cuanto a la propuesta visual de “Paper Girls”, Cliff Chiang se luce con un silueteado muy al estilo orgánico de los 70, que va de los extremos entre lo sutil y lo burdo, y el sentido dramático que le otorga al armado de secuencias gracias al constante uso de ilustraciones a página completa, haciendo explorar los puntos de tensión en el momento Justo, para lograr un desarrollo casi frenético.
Esto contando con el seductor e inquietante manejo de tonalidades pálidas cortesía de Matt Wilson, que hace de la luz otro protagonista, enrareciendo las atmósferas de un concepto con alusiones a la paranoia de la guerra fría, y lleno de referencias al cine, la música y la televisión, que además se alimenta de la ‘space opera’, el horror clásico, la comedia de terror y el romanticismo de los inicios de los viajes espaciales y la NASA. Todo al servicio de lo que al final es un viaje hacia el autodescubrimiento para luego aprender a perdonarse, viéndose las caras con clones y versiones futuras de sí mismo.
“Paper Girls” es una serie que funciona tanto para el lector juvenil como el adulto. Su adaptación ya está disponible en Amazon Prime Video.