La banda escocesa de rock Franz Ferdinand tuvo una enérgica presentación la noche del sábado en el Palacio de los Deportes en la que, mediante brincos y eufóricos gritos de sus seguidores, hizo vibrar al domo de cobre. Durante más de una hora y media, los asistentes al concierto no pararon de bailar y corear los temas de los músicos británicos, en un concierto en el que hubo desde una “lluvia” de cerveza y hasta un Dr. Simi de peluche que voló hacia el escenario.
The Vaccines, banda originaria de Londres, fue la encargada de darle la bienvenida al público y de crear la atmósfera necesaria para disfrutar de una noche de guitarrazos, baile y mucho rock. A las 21:07 horas, Franz Ferdinand se hizo presente en el escenario, con mucha energía lista para deleitar al público de la Ciudad de México.
Alex Kapranos lucía elegante, con una camisa negra con estrellas blancas, un pantalón a la medida y zapatos de charol. El show inició con una poderosa interpretación de “No, you girls” y el público conectó de inmediato con la energía de la banda, pues de inmediato comenzó a bailar. Quienes estaban sentados se levantaron de sus asientos y el Palacio de los Deportes empezó a vibrar.
La banda continuó con “Curius”, de su más reciente producción, y “Walk Away”, del segundo álbum y uno de los clásicos temas de la agrupación. Para cuando terminó el tercer tema de la noche el público ya estaba deseoso de que el show no terminara, pues los riffs electrizantes, las vibraciones del rítmico bajo y el estruendoso sonido de la batería hacían imposible que alguien dentro del domo de cobre no bailara.
Kapranos interpretó cada tema con mucha energía; brincaba en los remates que pautaba la batería y eufórico demandaba al público más y más ruido. El músico interactuó con los asistentes invitándoles a alzar las manos y a moverlas de un lado a otro: “¿Cómo están?, ¿todo bien?”, dijo en español el frontman de la banda.
Por su parte, Dino Bardot, guitarrista, mostró su virtuosismo con las seis cuerdas. Audrey Tait destacó por brindarle un poderío muy particular a la banda con una batería rítmica, pero muy agresiva. Asimismo, Julian Corrie disfrutó cada tema bailando y coreando, incluso compartiendo el micrófono con Kapranos; y Bob Hardy, mediante el bajeo, aportó la pauta para que nadie se sentara ni un solo minuto.
En las tres pantallas que montaron en el escenario se mostraban los rostros en blanco y negro de los integrantes que estaban sudados, pero deseosos de más. Las luces cambiaban de color y enmarcaban la majestuosa presentación de la que estaban siendo testigos todos los presentes en el recinto.
Como ya es costumbre en los conciertos en México, al escenario llegó desde el público un peluche del Doctor Simi, que Kapranos recogió, lo mostró alegre al público y continuó con una poderosa interpretación de “The Dark of the Matineé”, uno de los temas más esperados de la noche. El concierto siguió con “Glimpse of love”, “Lucid Dreams” y “The Fallen”.
El momento cumbre del espectáculo llegó cuando se escuchó el primer guitarrazo del tema más popular de la banda. El público gritó emocionado y se mantenía expectante a los movimientos de Kapranos. El músico se acercó al micrófono, levantó el rostro, miró a los presentes y comenzó a interpretar “Take me out”. Todos en el recinto cantaban eufóricos los primeros versos de la canción, cuando el ritmo empezó a descender para dar pauta al coro. Fue entonces que el Palacio de los Deportes se cimbró, los fans estaban enloquecidos bailando y cantando mientras llovía cerveza de todas partes.
Después de aquel momento ya era muy complicado recuperar la calma. Franz Ferdinand continuó con grandes temas como “Ulysses”, “Outsiders” y “Darts of pleasure”. Audrey Tait, deleitó a todos con un solo de percusiones, mientras el resto de la banda tocaba la batería… al mismo tiempo.
El show concluyó con la energía al máximo con “Jacqueline” y “This Fire”, temas emblemáticos que el público no dejó de bailar. Los 14 mil asistentes al concierto quedaron satisfechos y ansiosos de que los escoceses vuelvan a suelo mexicano.
KR