Los festejos con motivo del 212 aniversario de la Independencia de México, previo al "Grito" del Presidente Andrés Manuel López Obrador, arrancaron en el Zócalo de la Ciudad de México con el espectacular concierto de Los Tigres del Norte.
La agrupación sorprendió a los miles de asistentes al iniciar con su interpretación de su clásico tema "El jefe de jefes", que presuntamente habla sobre el narcotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo.
Los primeros acordes retumban en la plancha del Zócalo y arrancan gritos entre los asistentes que silban y aplauden complacidos.
Pese a la gran afluencia de gente, la Plaza de la Constitución luce semillena, pues aún hay espacios vacíos, reservados, mientras en los que ya fueron abiertos la gente se amontona.
Previamente, la agrupación envió un mensaje agradeciendo la presencia de los cientos de personas para celebrar la más grande fiesta de las y los mexicanos.
Los bailes comienzan a pulular en toda la plancha; parejas aprovechan cualquier espacio para dar rienda suelta a su alegría.
En el Zócalo resuena el himno de los Tigres del Norte, "Contrabando y Traición" y ahora sí la gente canta a coro y las parejas se multiplican bailando.
Es así como celebran las fiestas patrias, los gritos y silbidos suben de tono cada vez que el cantante Jorge Hernández hace una pausa.
Pocos desconocen esta canción que los hace gritar, desafinando pero con "mucho sentimiento", y los efectos especiales también son repetidos por los asistentes, que imitan los balazos que recibió Emilio Varela en una calle Los Ángeles, ahí donde Camelia la Texana desapareció y nunca más se supo nada.
La alegría de los asistentes se refleja de diversas maneras. Sólo unas pocas banderas ondean en la Plaza de la Constitución, otros gritan vivas al Presidente: "!Es un honor estar con Obrador!"
De pronto una explosión de gritos inundan el Zócalo cuando reconocen los acordes de "La jaula de oro", los gritos de sentimiento se agolpan en algunos, que sonríen, pero ya no cantan, sus caras se vuelven largas por el recuerdo del terruño, que abandonaron para ir a trabajar al otro lado del bravo.
La multitud corea a todo pulmón la "rola de Pedro y Pablo", los hermanos que se distancian por una mujer.
Avanzan los minutos en espera del Grito de Independencia. Ha dejado de llover y el ambiente es idóneo para cantar y bailar
Con información de Jorge Chaparro.
CEHR